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Desigual inicio de la temporada debido al mal estado de los ríos

El Órbigo, que fue la excepción a la regla, proporcionó abundantes capturas y en algunos ríos bercianos también se disfrutó aunque la tónica general no es nada satisfactoria

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Publicado por
Pedro Vizcay - león
León

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La temporada de pesca que se inició el pasado domingo, día 2 de abril, está dando pocas satisfacciones a unos aficionados que apenas han podido pescar a causa del mal estado de los ríos. En la jornada de apertura, salvo el río Órbigo, en el que se obtuvieron muchas y buenas capturas y el Bierzo, donde se pescó regular, los resultados conseguidos puede calificarse de pésimos. Los ríos altos y embarrados no permitieron ni siquiera, en muchos casos, la pesca con cebo natural. En estas condiciones las truchas permanecen totalmente inactivas a la espera de que la situación mejore. Pero vista a medio plazo la situación es positiva. Los ríos, especialmente los regulados, necesitaban una crecida para limpiar los fondos arrastrando la enorme cantidad de ranúnculos y vegetación subacuática. Perder algunas jornadas a principio de temporada no importa siempre que esto sirva para mejorar el estado del río. Pero los que han perdido cotos de primera no opinan igual. El Condado, por ejemplo, un coto que se agota rápidamente, proporcionó varios ceros a los aficionados que, con buen número en el sorteo, lo habían elegido para el primer día. En León se vienen expidiendo tres cotos con muerte por temporada, de primera segunda y tercera categoría. Sardonedo en el Órbigo, sin embargo, ofreció la cara opuesta de la moneda y se pescó muy bien. Pero sin duda quienes mejor han pescado son los que dominan el cebo natural, especialmente la lombriz. Ríos bercianos En los ríos bercianos se pescó regular. Bien en los cotos de Villafranca, Pereje y Sil, regular en los de Burbia, Candín y Sobrado. En los tramos libres no se pescaron muchas truchas, pero destacan los ejemplares conseguidos a cebo natural y a cucharilla en Sil, pese a que no bajaba en buenas condiciones. Las mejores condiciones para la pesca las presentan el Eria y el Duerna, cauces que se alimentan de los montes del Teleno y Sierras de la Cabrera. Discurren ligeramente altos de caudal y con las aguas claras, situación inmejorable para la pesca. Los pantanos estuvieron también muy concurridos pero se pescaron pocas truchas. El tamaño de las «pantaneras» compensa el esfuerzo y la espera aunque en este principio de temporada lo normal es que estén bastante delgadas. Tendencia a mejorar De cara al fin de semana la situación de los ríos tiende a mejorar. Aunque los caudales por lo general siguen siendo altos, las aguas han perdido su turbidez y esto facilitará la pesca. No es la situación ideal ni mucho menos, pero tanto el cebo natural como la cucharilla y la mosca ahogada pueden deparar buenas capturas. Cuando el río, tras varios días turbio y crecido, comienza a limpiar, resulta muy favorable para la pesca. Las truchas, que han estado inactivas, necesitan reponer fuerzas y toman el señuelo con avidez. En estas condiciones la lombriz se convierte en el cebo más eficaz, ya que están «cebadas» por los arrastres. Pero una cucharilla clara bien trabajada o la mosca ahogada, cuando se produce la eclosión de insectos, también pueden resultar muy eficaces. Esto sin olvidar el cebo de río, pues la crecida ha limpiado fondos. Peor lo tendrán los pescadores tradicionales de «seca», pues en estas condiciones es difícil que se ceben en superficie. Sin embargo y en los últimos años se está imponiendo la pesca «a ninfa». Una imitación bien lastrada puede dar magníficos resultados con aguas altas. A lo largo de la semana se han visto buenas eclosiones de insectos. Tanto en los ríos bercianos, como a lo largo del Órbigo, cae abundante pardón con otras efémeras, pero las mayores eclosiones se producen en el Esla sin que apenas se ceben truchas, lo que desanima a los aficionados. El río que se está llevando la medalla de oro en este comienzo de temporada es el Órbigo. Ha proporcionado muchas capturas y, lo que es realmente positivo, de todos los tamaños. Se están pescando tanto las grandes piezas como los alevines que no dan la talla, señal evidente de que el río se está recuperando y eso a pesar de la enorme presión que se ejerce sobre él y de la contaminación que soporta.