Amilivia recibe hoy a De la Riva Dionisio Elías, en el punto de mira

La llegada de Santiago de la Riva a la cúpula de la Cultural, como mano derecha del presidente Antonio García de Celis, ha provocado que la sociedad esté gestionada con otro aire más cercano, con respecto a su relación con las instituciones. Desde que el consejo de administración de la Cultural decidió por unanimidad otorgar plena confianza en la gestión de la sociedad anónima deportiva a Santiago de la Riva, la entidad funciona con seriedad y de forma mucho más profesional, sin las fugas y sin los chismes interesados de algunos que desde que dejaron el club parecen sus más acérrimos enemigos. Desde el Ayuntamiento de León se ha sabido reconocer la capacidad de diálogo de Santiago de la Riva, por lo que hoy el alcalde, Mario Amilivia, recibirá al comité ejecutivo de la Cultural, con la finalidad de mantener una reunión, en la que la sociedad leonesa tratará de convencer con argumentos de que en su día se prometió desde el consistorio ayuda económica para sufragar la ampliación de capital con 600.000 euros (100 millones de las antiguas pesetas), concretamente la mitad del total de la ampliación, a parte de otros asuntos menores, pero muy importantes para dotar de capacidad crematística a unas arcas que no pasan por su mejor momento, que constan incluso en actas firmadas en el propio Ayuntamiento, para ayudar económicamente a la sociedad culturalista. De la reunión entre el equipo de gobierno y los miembros del comité ejecutivo de la Cultural saldrá una aportación económica importante con destino a las arcas culturalistas. De la Riva tratará de arreglar el aspecto económico cuanto antes, con el fin de salvar la temporada en cuanto a números. Lo deportivo pasa por el partido del próximo domingo. Dionisio Elías, actual director deportivo de la Cultural, mano derecha de Carlos García mientras éste fue vicepresidente de la sociedad y estrecho colaborador del ex director general Ramón Fernández, parece haber caído en desgracia en ciertos foros mediáticos que hasta ahora le sustentaban y en las próximas horas se podría convertir en el punto de mira de una campaña que buscaría el descrédito del actual equipo directivo a costa de airear una delicada situación empresarial por la que atraviesa el actual consejero. Su gestión cuestionada en ciertos foros, de ámbito estrictamente personal y ajeno a los designios culturalistas, podría ser el caballo de batalla que están dispuestos a utilizar los hasta ahora compañeros de viaje del mismo Dionisio, en un afán de dar sensación de inestabilidad interna y desahucio. Dos circunstancias que nada tienen que ver con la capacidad de gestión que muestra la entidad desde la llegada de De la Riva. Otro aspecto es el deportivo, del que Dionisio no es más que una marioneta gestionada por otros que ahora desean la política de tierra quemada.