El Madrid no encuentra el rumbo y los cambios de Caro no funcionan

El Madrid fue incapaz de superar al Getafe y cosechó un nuevo empate, lo que le descuelga en la lucha por la segunda plaza. El cambio de sistema no escondió los problemas. López Caro reculó de sus últimas decisiones y presentó un centro del campo sorprendente. Gravesen fue baja de última hora por una inflamación en la rodilla. Además, el técnico lebrijano decidió aparcar a Beckham en el banquillo, dando la posibilidad a Salgado y a Pablo García de volver a la titularidad. El uruguayo se convirtió en el único referente del centro del campo. Esa era la novedad el entrenador lebrijano, que volvió a sus orígenes y apostó por tres medios puntas y dos 'falsos' delanteros como Zidane y Raúl -los dos, perdidos durante todo el encuentro-. De este modo, García se quedó sólo, ya que su compañero Baptista se dedicó a acechar la portería contraria. Era la única luz en la neblina blanca. El Madrid seguía perdido en su juego, incapaz de despejar su ataque con una combinación creativa que rompiera el perfecto orden del Getafe. No había nada entre los blancos. Todos los jugadores estaban estáticos, salvo Cicinho, que intentaba romper la monotonía por su banda derecha. El resto, nada de nada. La falta de un pensador en el centro del campo, destrozó al Madrid. Porque nadie era capaz de sacar la pelota con algo de criterio. Sólo Baptista, con sus llegadas desde la medular, era la gran novedad. Un tiro al larguero y otro balón sacado en la raya fueron sus dos primeras acciones. Se le veía entonado, intentando arreglar su discreta temporada en un sólo partido. Por su parte, Casillas volvió a justificar su puesto. Portería y delantera El portero desbarató las oportunidades del Getafe. Sus paradas impidieron que los azulones marcaran, a pesar de que lo intentaron de diversas maneras. El fútbol de Schuster implica que sus delanteros caigan a las bandas. Riki y Güiza volvieron loca a la defensa blanca con su movilidad y con sus disparos desde lejos. El 'Geta' lo intentaba una y otra vez, pero siempre se topaban con el arquero internacional. Y siguiendo la tradición futbolística más arraigada, que dice que quien perdona acaba pagándolo, el Madrid se adelantó. Tuvo que ser Baptista el que devolviera a su equipo a la lucha por el segundo puesto. Una buena combinación por la banda izquierda, la culminó el ex sevillista que celebró el tanto con rabia. El Madrid volvía a marcar con la ley del mínimo esfuerzo, 'usando' sólo a Casillas y al sustituto de Ronaldo. Pero eso no le valió. El Getafe lo siguió intentando. Riki tuvo una ocasión de oro para romper la imbatibilidad de Casillas, su bestia negra toda la tarde. Tuvo que ser a balón parado, la gran asignatura de los blancos, la única forma de anotar. Contra puso un balón en el área y Tena marcaba de un cabezazo. Una vez más, la defensa aérea de los madridistas brilló por su ausencia. Y fue el único error de Casillas en todo el partido. El Madrid se abona al empate -lleva seis en los últimos diez encuentros- y pierde fuelle en la lucha por el segundo puesto.