Cerrar

La Deportiva ofrece su cara más triste ante un Marino motivado

Los locales tienen la cabeza en la promoción y su rival lo aprovechó para arañar un punto

Toñín y Parente observan un balón que pocas veces tuvo dueño. Ninguno de los dos acabaron el partido

Publicado por
Ramón Díez - ponferrada
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

La Sociedad Deportiva Ponferradina no pudo pasar del empate frente a un Marino de Luanco bastante más metido en el partido que los locales. Ambos protagonizaron un encuentro discreto que mejoró su nivel considerablemente en la segunda mitad, cuando los dos equipos se lanzaron en busca del gol que les diera la victoria y eso provocó un fútbol vibrante de ida y vuelta que pudo haber concluido con cualquier resultado. La primera mitad fue controlada por los de Pichi Lucas pero apenas contaron con ocasiones de peligro ante el marco de Guillermo. La más clara la tuvo en sus botas Rubén Vega después de encontrarse con un rechace que le dejó con todo a favor dentro del área para haber marcado, pero el de Castrillo envió la pelota fuera de forma poco entendible. Si Rubén hubiera acertado con la red de Guillermo, el partido habría tomado un rumbo bien distinto porque el Marino de Quirós llegó a Ponferrada con la imperiosa obligación de puntuar para escapar de una zona de descenso que cada día se está poniendo más complicada. Probablemente los asturianos habrían tenido que adelantar líneas y el choque se presumía más asequible para los locales. Pero Rubén no acertó como tampoco lo hizo Diego Ribera en otras dos ocasiones en las que Guillermo terminó por rechazar el balón. El Marino supo sobreponerse a la lesión del capitán David Miner que dejó su puesto al ex blanquiazul Gustavo y su rendimiento no se resintió. Miki hizo volar a Rubio en una espectacular palomita para evitar el 0-1 y Blázquez apuntó abajo cerca del descanso obligando a emplearse a fondo de nuevo al guardameta de Leganés para evitar males mayores. La Deportiva no econtraba espacios porque Rubén Vega y Fran estaban bien marcados por Dani López y Samuel Barrio, mientras que Gonzalo Pavone era una isla arriba tan solitario como ineficaz toda la tarde. Diego Ribera intervenía poco y faltaba fluidez para llegar con peligro a las inmediaciones del área visitante. El Marino estaba bien posicionado y salía a la contra cuando se le presentaba la ocasión. Por fortuna los bercianos estaban bien armados atrás con Bornes y Debris, atajando los escasos intentos ofensivos del cuadro dirigido por Quirós. Una vez más se hacía complicado mover el cuero con precisión para una medular en la que repetían Úriz y Rivadulla, como sucediera en Palencia. Es posible que la baja de Fuentes debilitara a los locales porque Asier no podía aportar en banda como otras veces al tener que vigilar en defensa. Por el otro costado, Toñín subió poco aunque en el primer tiempo una pared con Fran le permitió servir a Ribera en bandeja de plata pero el remate del valenciano lo sacó providencialmente Guillermo. Los cambios se hacían inevitables y Pichi retiró a Rivadulla y Pavone dando entrada a Pereira y Brasi. La estrategia sirvió de poco porque en esa segunda mitad al equipo le entraron las prisas y también le sobró cierto nerviosismo que impedía jugar la pelota con criterio y se funcionaba a base de impulsos que nunca terminaron bien. El más significado tuvo como protagonista a Asier Salcedo. El vitoriano se decidió a abandonar el lateral y marchó a la ofensiva para trenzar una magnífica pared con Diego Ribera que le dejó con todo a favor ante Guillermo pero su disparo se perdió por encima del marco. El partido terminó muy abierto Esas ansias por hacer el gol de la victoria eran compartidas por los dos equipos. El encuentro se hizo de ida y vuelta con el cuero pasando de una portería a otra sin solución de continuidad. Fran y Úriz no eran capaces de dotar al fútbol local de cierta lógica y veían pasar la pelota sin apenas poder intervenir. Brasi y Pereira eran las referencias ofensivas con Rubén surtiendo por la derecha ayudado por Toñín. Pero nadie fue capaz de poner un mínimo de cordura ante tal desenfreno porque el Marino buscaba la victoria a la contra y cualquier resultado pudo darse. Al final ambos llevan un punto que sabe a poco.