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La Cultural respira en la tabla al golear con facilidad al Amurrio

Un golazo de Revetria de chilena abrió el camino de una victoria que se hacía necesaria

Pepín, con el balón en los pies, es perseguido por su marcador Alzola en un lance del encuentro

León

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El partido entre la Cultural y el Amurrio respondió a lo esperado. Tensión entre uno y otro equipo en el túnel de los vestuarios, justo antes de embocar hacia el rectángulo de juego. Los vitorianos saltaron antes, mientras que los culturalistas se azuzaron antes de presentarse ante su afición. El técnico culturalista, Álvarez Tomé, varió los planteamientos ejecutados en el partidillo del jueves. El entrenador leonés decidió a última hora dar entrada en el lateral derecho a Negral en lugar de al central bilbaíno Goikoetxea, que jugó desde el principio, pero en su posición natural de marcador. El argentino Vojvoda fue el que se quedó finalmente fuera del once titular, con el objetivo de disponer de una cobertura con más velocidad. El centro del campo también sufrió una modificación sobre lo previsto. Fernando López se quedó en el banquillo. Álvarez Tomé mantuvo la confianza en el mediocentro Burgueña, para tratar de recuperar balones en una zona que a la postre resultó fundamental. Iván Mateo se ocupó de encauzar todo el juego de ataque del conjunto leonés, con Diego Cascón y Revetria con continuos movimientos en el área del bloque contrario. La disposición sobre el rectángulo de juego del equipo culturalista dio los frutos apetecidos enseguida. En el primer minuto, Iván Mateo ejecutó magistralmente el lanzamiento de una falta que terminó en la madera de la portería defendida por Llorca, tras un rechace del cancerbero. Las oportunidades se sucedieron nada más comenzar el choque. Pepín se encontró con un balón franco, pero su disparo se marchó demasiado elevado. Tras unos minutos de juego más pausado, la Cultural comenzó a carburar de nuevo. Con una defensa rocosa y un centro del campo jugón, al cuadro leonés no le faltaba más que el gol. Llegó de inmediato y además no fue gol, fue un golazo. Saque de esquina botado por Pepín y chilenazo del uruguayo Revetria, que se marchó por la misma escuadra de la portería de Llorca, que hizo levantar de sus asientos al público que asistió al estadio Antonio Amilivia, que no cesó ni un solo instante de apoyar al bloque culturalista, al compás marcado desde el graderío por un Magín inconmensurable. Tras el tanto inicial, el cuadro culturalista mantuvo el ritmo del encuentro, sin necesidad de defender su renta. Siguió con la misma dinámica. Con el paso de los minutos, llegó el segundo gol de los leoneses. Otra diana de sombrerazo. Una falta, a quince metros del área, la incrustó Iván Mateo por la escuadra izquierda de la portería defendida por Llorca. Beso al anillo por parte del madrileño y el dos a cero, que no se había visto durante todo la temporada en el estadio Amilivia, subió al electrónico. Un partido serio de los culturalistas, que se tradujo en buen juego y sobre todos goles para dar tranquilidad a un equipo que lo necesita como nunca esta temporada. Tras el descanso, el conjunto leonés salió a desarrollar su juego, de conformidad con el marcador. Las salidas en velocidad, ante el ataque forzado de los visitantes, se convirtió en letal. Diego Cascón remató el encuentro. Lo dejó sentenciado, para deleite de la parroquia culturalista a los cuatro minutos de la reanudación. La grada pareció una fiesta. La hinchada culturalista se portó como siempre lo ha hecho. El equipo necesitaba apoyo máximo y lo encontró. Nadie se echó para atrás. La comunión entre el bloque culturalista y la grada se consumó en unas circunstancias que nadie esperaba a principios de la temporada. Qué será cuando el conjunto leonés logre el anhelado ascenso a Segunda División. Se ovacionó hasta los saques de banda. Los jugadores sustituidos por Álvarez Tomé se llevaron los aplausos de la tarde. Sobre todo Revetria, con el público puesto en pie aclamó su camino hacia la ducha. Para rematar la faena, el guardameta Aulestia volvió a ejercer de protagonista en un plácido encuentro. Paró el cuarto penalti de los seis que le han lanzado.