Mejora la situación de los ríos pero las capturas son escasas

* Los días de diario sufre fuertes variaciones por debajo de Alcoba de la Ribera entre las doce y las seis. A medida que avanza el mes de abril se va normalizando la situación de los ríos con lo que la temporada truchera debería ir a mejor, pero lo cierto es que se está pescando bastante mal. Los ríos de montaña van recuperando la normalidad, pero las aguas siguen bajando muy frías pues todavía queda algo de nieve. En estas condiciones el cebo natural es el arte que sigue dando los mejores resultados. Tanto en el Curueño, como en el Torío y especialmente en el Porma se está pescando bien a gusarapín. Las truchas se mantienen empozadas y pegadas al fondo pero a determinadas horas salen a comer a las corrientes y chorreras en la entrada de pozos y tablas, donde corre este cebo. No faltan los furtivos que aprovechan la coyuntura para realizar grandes «pescatas» en las que se incluyen truchas que no dan la talla. Los pescadores que no dominan esta técnica o simplemente que no les gusta madrugar o buscar cebo vivo en las frías corrientes lo tienen más difícil. A partir de ahora y hasta la eclosión de la mosca de la piedra, la gusarapa será el cebo vivo mas eficaz de cara a las grandes truchas. Las imitaciones bien lastradas también pueden dar buenas capturas pescando con cola de rata «a ninfa». Los ríos regulados, que siempre resultan mas seguros en estos comienzos de temporada, no acaban de asentarse. El Órbigo sigue con variaciones diarias que hacen subir y bajar el caudal a lo largo del día. El Esla, que discurre muy bien de caudal, a veces se enturbia sin saber los motivos. Precisamente y en el curso bajo ya ha eclosionado la «sarnosa» pese a lo cual no se están moviendo las truchas. Tal vez sea el Porma el que discurre en mejores condiciones, pero también es el que registra mayor afluencia de pescadores. El Sil está dando muy pocas capturas en esta temporada al igual que el resto de ríos bercianos con la única excepción del Burbia. La sapina de río Otra circunstancia desfavorable para la pesca que se está produciendo en estos días es lo que los pescadores conocen como la sapina. En esta época los sapos se concentran en los ríos y humedales para proceder a su reproducción depositando miles de huevas que mas tarde eclosionarán. Cuando esto sucede se pesca muy mal, posiblemente porque los peces se alimentan de la mencionada hueva. Cualquier pescador que se aproxime a la orilla de ríos o embalses observará a los grandes batracios deambulando por las orillas o dentro del agua. También en esta época es frecuente ver animales aplastados en los caminos próximos a los cauces. Todavía recuerdo cuando hace treinta años fui con unos amigos a pescar al coto de Acevedo, por encima de Riaño. El agente, un veterano de los antiguos guardas de río, nos advirtió de que no íbamos a pescar casi nada a causa de la sapina. El río bajaba en perfectas condiciones y se veían truchas en cantidad, sin embargo apenas se movieron diez minutos y con mucha desconfianza. Los pronósticos se confirmaron y a partir de aquel día supe que la sapina era una realidad. Los cambios de tiempo tampoco son favorables para la pesca. Hemos pasado en pocos días del frío al calor que, especialmente al medio día, resulta intenso. Las truchas no se ceban a las horas en que deberían hacerlo, la postura escasea y en el mejor de los casos se ceban por la tarde un poco antes de la puesta del sol. Además en los cursos bajos ha empezado a caer el «pelujo» una especie de polen algodonoso que sueltan los chopos y otras especies arbóreas de ribera y que, habitualmente, no cae hasta mediados de mayo. Este año, sin embargo, ya comienza a caer lo que genera problemas para pescar en superficie, ya que la lámina del agua se cubre con este material especialmente al medio día, en las horas propicias para la pesca con mosca seca o ahogada. Todas estas circunstancias concatenadas, unidas a los deshielos que todavía persisten, hacen que las últimas semanas de abril y las primeras de mayo no sean las mas propicias para la pesca. Finalizados los deshielos y antes d e que comience el estiaje tendremos las mejores jornadas para pecar a mosca. La temperatura del agua subirá unos grados, comenzarán a eclosionar la mosca de mayo y la mosca de la piedra y el río tomará vida. A partir de junio las eclosiones de insectos serán mas largas, a veces durarán toda la tarde incluidos los serenos, y el pescador de mosca podrá disfrutar. Esta es la razón por la que desde estos ámbitos se esté reclamando la apertura tardía de la temporada y el retraso del cierre. El interés de los pescadores de mosca, cada vez más, no coincide con el de los pescadores de cebo natural que pescan preferentemente en las semanas posteriores a la apertura. En todo caso la Administración se va plegando al interés de los primeros, no en vano la apertura se ha ido retrasando del primer domingo de marzo, luego al día de san José y, actualmente al primer domingo de abril, mientras que el cierre se ha ido retrasando del quince de agosto al treinta, con muerte en los ríos regulados, y al quince de octubre, si bien en el último mes y medio se pesca sin muerte . RIO CAUDAL AGUAS CONDIC. DE PESCA Esla Normal Claras Buenas Porma Normal Claras Buenas Órbigo * Normal Claras Buenas Sil Normal Claras Buenas Tuerto Normal Claras Buenas Bernesga Algo alto Canosas Regulares Torío Normal Claras Buenas Curueño Normal Claras Buenas Omaña Algo alto Claras Buenas Luna Bajo Claras Buenas Eria Normal Claras Muy buenas Duerna Normal Claras Muy buenas Cabrera Alto Canosas Regulares Burbia Normal Claras Buenas Cúa Normal Claras Buenas Valcarce Normal Claras Buenas Selmo Normal Claras Buenas Ancares Normal Claras Buenas Cea Normal Claras Muy buenas