Una discutida pena máxima deja a La Bañeza sin un merecido punto

?anto remar para morir en la orilla. El popular dicho castellano se cumplió ayer al cien por cien en el encuentro disputado entre La Bañeza y Guijuelo en la Llanera. Los locales remontaron dos goles en contra, tras despertar de su profundo letargo de la primera mitad, en la reanudación, pero, una vez conseguida la igualada, una muy discutida pena máxima a favor del conjunto salmantino arrebató a los bañezanos un merecido punto. A pesar de todo, los locales pudieron empatar en el tiempo extra gracias a otro penalti, pero Jarero envió el balón por encima del larguero. Durante los primeros minutos del partido ambos equipos se tantearon mutuamente. Esta fase duró hasta que el colegiado no decretó, en el minuto 9, un claro penalti por mano en el área charra tras una buenas jugada por la izquierda. A partir de este momento el Guijuelo se hizo con la manija del choque, dominando el centro del campo a su antojo. A los 19 minutos llegó el primer gol visitante en su primer acercamiento de peligro. Joaquín recogió un balón en zona de tres cuartos y soltó un potente disparo que se coló por la escuadra de la meta defendida por Manu. El equipo morado, por su parte, abusaba de los balones largos, buscando la velocidad de Dani y José, que la segura zaga se encargaba de despejar. La mejor oportunidad de los locales llegó en una falta botada por Dani que se marchó alta. Así se llegó al descanso. En la reanudación, los bañezanos saltaron al campo con otro aire y comenzaron a inquietar la portería rival. Tras un aviso de Israel, el arquero charro mandó a córner con una gran estirada un cabezazo picado de Chicote. Después del saque llegó el jarro de agua fría para los morados, al culminar Carlos Pérez una veloz contra con un disparo que se coló al fondo de la red. Duro mazazo para los morados, que veían como los tres puntos se alejaban de su feudo. Pero poco a poco, La Bañeza fue recuperándose del golpe. Primero fue Chicote el que envió un fuerte chut ligeramente alto. Sólo cinco minutos después, en el 70, llegó el primer gol local al aprovechar Chicote una mala salida del meta Santi. Seis minutos más tarde llegó el empate al transformar Adrián desde la frontal una gran jugada personal. Con los bañezanos volcados, llegó el tercer tanto visitante. En un contragolpe Joaquín cayó en el área y el árbitro, segundos después de la acción, decretó una pena máxima que Carlos Alonso transformó. Entonces, los morados se fueron arriba, pero el disparo de Adrián al larguero y el penalti desperdiciado por Jarero hicieron que los tres puntos volaran hacia Salamanca.