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El sueco Fasth gana el Open de España en el play-off y Lara acabó tercero El Ciudad Real confirma que es el mejor equipo de Europa

Los manchegos dieron un nuevo repaso al Portland San Antonio y se llevaron a sus vitrinas, por primera vez en su historia, la Copa de Europa ante una afición entregada que se echó a la calle

El Ciudad Real, exultante, después de conquistar la Copa de Europa ante el Portland San Antonio

El Ciudad Real, exultante, después de conquistar la Copa de Europa ante el Portland San Antonio

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F. Guerrero Leontxo García - cádiz ciudad real
León

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La ronda final de la 80ª edición del Open de España, disputado por tercera vez en el club gaditano de San Roque, estuvo llena de emociones fuertes hasta el último putt. El jugador sueco Niclas Fasth, uno de los pesos pesados del Circuito europeo y pilar de la pasada Ryder Cup disputada en Estados Unidos, desperdició dos golpes de ventaja y provocó un inesperado 'play-off' con el inglés John Bickerton. El británico terminó una hora antes que Fasth de manera impresionante, con cuatro birdies consecutivos (63 al final), para protagonizar una excelente remontada que le valió terminar con -18. Dos bogeys consecutivos de Fasth (17 y 18) forzaron el desempate, que se tuvo que resolver en cuatro hoyos, con tres visitas al 18 y la definitiva que se jugó en el hoyo 9. Muy destacable fue la actuación del valenciano José Manuel Lara, que luchó hasta el último momento. Sólo tuvo un fallo en todo el día (bogey al 8) y terminó con dos birdies y un par, en tercera posición (-17) compartida, su mejor puesto. El Ciudad Real transformó la final en una exhibición y confirmó que es el mejor equipo del mundo. Los seis goles de renta que ya logró en Pamplona se convirtieron en 17 a los 24 minutos. La máquina manchega borró otra vez de la pista al Portland, como había hecho desde octavos de final con el Pick Szeged húngaro, el Celje esloveno y el Flensburgo alemán, para lograr su primera Copa de Europa, la undécima de un equipo español desde 1991. Para que San Antonio hiciese un milagro en el Quijote Arena, repleto con más de 5.000 espectadores y con la reventa a más de 300 euros, había que facilitarle tres cosas: un alto rendimiento del genial croata Bálic, central del Pórtland, tocado por una lesión de rodilla; la ineficacia de la defensa en 5-1, con la que el equipo manchego hizo estragos en Pamplona; y un resultado favorable en el descanso a los hombres de Equísoain, que pusiera nerviosos a los de Talant Dushebaev. Nada de eso ocurrió: Bálic seguía a medio gas; el 5-1 era un muro de hierro con un cuchillo en el centro (el avanzado Davis) que cortaba en dos el ataque del San Antonio, con el maravilloso p Sterbik en la retaguardia; y, en consecuencia, el primer tiempo fue por momentos el equivalente a las exhibiciones del equipo de baloncesto de los Harlem Globetrotters: 18-7 en el minuto 24. La segunda parte fue un aperitivo de la gran fiesta final de un equipo que gana su primera Copa de Europa con un entrenador debutante, Duishebáiev, quien falló precisamente el último balón de la final del año pasado ante el Barcelona, que ganó por un gol. El dominio español en Europa durante los últimos quince años se debe sobre todo a los azulgrana (siete títulos), y se completa con el Teka Cantabria, Elgorriaga Bidasoa y Portland. Nadie podía augurar en septiembre, al inicio de la temporada, que los galácticos de La Mancha fueran a protagonizar en abril un triunfo casi humillante para el rival, la victoria más contundente en la historia de las finales de la Copa de Europa. Pero Duishebáiev fue conjuntando a sus estrellas, hasta convertirlas en el mejor equipo del mundo que, curiosamente, va el tercero en la Liga Asobal por esos tropiezos iniciales. Pero casi nadie se acordaba este domingo de eso en Ciudad Real, una ciudad entregada al balonmano. Metlicic lo dedicó a su hijo José Javier Hombrados, ex jugador del Ademar, que ya había ganado dos veces la Copa de Europa (con Teka y Portland), destacó que vivió «unas sensaciones muy especiales» porque es la primera que vez que levanta el trofeo «como capitán». «Se lo dedico a mi hijo», afirmó. Otro ex ademarista, Petar Metlicic también se lo dedicó a su hijo.

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