De la Riva dimite al no aprobar el consejo su plan de renovación
«Tomé no era mi entrenador, pero esa no fue la causa para irme, sino otras de orden interno» Álvarez Tomé: «Mi intención es cumplir mi contrato aquí»
Santiago de la Riva dimitió de forma irrevocable de sus cargos de vicepresidente del comité ejecutivo de la Cultural, de consejero de la sociedad y también de consejero de Promociones del fútbol leonés (Profutle). Pese a que en su comunicado de prensa se refiere a «falta de ilusión y ganas para seguir trabajando», las causas para dejarlo tienen mucho que ver con algunos compañeros de viaje, que le han quitado la ilusión y las ganas a las que alude el propio De la Riva. «Tomé no era mi entrenador para el próximo proyecto deportivo, pero esa no fue la causa para irme, sino otras de orden interno», apunta el ya ex vicepresidente. De la Riva expuso al resto del consejo de administración en la tarde de este martes y en la mañana de ayer miércoles sus planes para renovar el club de los pies a la cabeza. Sus intenciones se basaban en reconducir la elevada deuda de la sociedad y dar un vuelco al organigrama ejecutivo y deportivo. «Llegué con muchas ganas e ilusión, pero me las han hecho perder. Para salvar a la sociedad hay que dar un giro a los planteamientos actuales, tanto de gestión como por lo que se refiere a los deportivos», recalca De la Riva. Los motivos «de orden interno» que llevaron a De la Riva a la dimisión se resumen fundamentalmente en dos. Uno: propuso un comité ejecutivo joven, renovado y emprendedor, sin Antonio García de Celis ni Domingo Cueto y éstos se opusieron. Dos: las cuentas, con una deuda de 4,2 millones de euros, no se las presentaron con claridad. Y por si fuera poco, De Celis y Cueto confirmaron a Álvarez Tomé.