Este año sí

NUESTRAS montañas acogen ya el buen hacer de nuestros gladiadores, y que alegría y que nervios y que tensión sufrimos y disfrutamos en la tarde noche del martes los que nos tuvimos que quedar en León y no pudimos acompañar al equipo en ese decisivo partido del play off. Llegó un momento en el que tenía una seria preocupación. No sabía si el pobre aparato de radio sería capaz de llegar al final del partido, porque a medida que pasaban los minutos se iban acumulando los golpes. Y eso que ya tenía pegada con celo una parte, como si el aparato ya viniese de una guerra como la que se estaba viviendo en esos momentos en las islas. Ayer la ciudad se ha levantado con la misma alegría que incluso se asemeja al fabuloso amanecer. El comentario ayer por las calles de León iba por frases como «oye que bien lo de ayer» o el más repetido durante esta temporada, ese «este año sí». En fin, debo admitir que personalmente me gusta ver a los leoneses con esas caras de alegría que generan victorias del equipo como del martes en Palma y todo esto es gracias a vosotros amigos gladiadores. Y ahora es momento de reposar. De curar las heridas de las batallas. De analizar desde la inmejorable situación en la que nos encontramos. Y una cosa está clara y es importante destacarla: Todos habéis sido muy importantes, unos habéis aportado más en una batallas y otros en otra batalla, pero qué importante ha sido veros espalda con espalda, codo a codo pelear por cada victoria para llegar hasta donde estamos. Esa situación en la pista también se transmite hacia la grada y se convierte en la gran poción mágica, que bebida con mesura nos permitirá afrontar la próxima semana el reto mas deseado por todos. Ahora no debemos desfallecer ante el engaño que pueda suponer la errónea creencia de que todo parece fácil o caer en la trampa de haber alimentado el ego personal ante el empacho del 3-0, pues ese seria nuestro talón de Aquiles y nuestros enemigos esperan encontrar algún punto de debilidad para poder hurgar en la herida. Ahora más que nunca no debemos bajar la guardia, ni tampoco caer en el error de pensar que ya nos ganaron en nuestra casa hace poco tiempo, pues ese tiene que ser nuestro reto, y debemos utilizarlo como alimento para calmar nuestro apetito. La oportunidad es la que se presenta y ya no vale reservar las fuerzas para más adelante. Ante el Bruesa salgamos partido a partido a dar todo lo que tenemos pues la recompensa es la buscada, y sólo uno colgara sobre su cabeza esa ansiada corona de laureles que es la ACB.