La Deportiva tendrá que empatar en Zalla para jugar por el ascenso

La Sociedad Deportiva Ponferradina fue el único de los tres equipos implicados en la lucha por la promoción, ya que tanto Salamanca como Real Sociedad B tienen el pasaporte en la mano, que no cumplió con el guión establecido para que ayer se produjera la clasificación de forma matemática. El Burgos no debía ganar en Portugalete y el Real Unión también debía ceder puntos ante la Cultural. Sólo faltaba la condición principal y era que los de Pichi Lucas sumaran los tres puntos ante el Lemona y eso no se produjo. Como era de esperar, el cuadro blanquiazul salió con ganas después del varapalo recibido en Durango hace una semana, lo que provocó algún tímido silbido cuando los locales saltaron al terreno de juego. El dominio berciano se hizo insistente en busca de perforar la portería de Zigor, algo que iba a lograr el valenciano Diego Ribera a los veintitrés minutos. Una internada de Asier Salcedo por la izquierda concluyó con un centro medido al interior del área donde Ribera se adelanta a la zaga para desequilibrar el marcador. Un tanto que en aquel momento valía para garantizar la promoción, puesto que Real Unión y Cultural estaban empatados. Sin embargo, pocos contaban con un Lemona ambicioso que trataba de empatar por todos los medios, aunque no creaba apenas peligro ante Rubio. Pero por esas cosas que tiene el fútbol, Pastriain aprovechó un balón suelto en la frontal para chutar con fuerza. Rubio no acierta a sujetar el cuero que le rebota en el pecho y el pequeño Eloy, en la boca de gol, aprovecha para devolver las tablas al electrónico. Tocaba volver a empezar con media hora de partido ya consumida. El público, que mereció nota ayer por su incondicional apoyo a los jugadores bercianos, empujaba desde la grada y la Deportiva seguía porfiando por alcanzar un resultado que le dejaría virtual o matemáticamente clasificada, en función de lo que ocurriera en Irún. La fortuna se alió entonces con los de Iñaki Alonso porque un centro de Asier, muy incisivo durante el primer tiempo, rebotó en el pie del central lemoarra Gorka, que estaba en el primer palo, saliendo el balón rebotado hacia su propio marco donde el meta Zigor, en una felina intervención, evitó el autogol. No hubo más ocasiones claras en este primer acto que servía para dejar bien a las claras que a los de Pichi les cuesta mucho llegar con peligro al marco rival y mucho más aún poder perforarlo. El Lemona se defendía con orden y dejaba arriba al espigado Muniozguren, auxiliado por Eloy y Pastrain para tratar de aprovechar cualquier despiste de la zaga local. En la segunda parte más de lo mismo. Un equipo que buscaba el gol y no era capaz de encontrarlo y otro agazapado y esperando su oportunidad para hacer daño. Los locales no tenían el santo de cara puesto que llevaron el balón hasta tres veces contra los postes de Zigor, para desesperación de un Pichi Lucas que vivía el partido con mucha tensión desde el banquillo. La suerte se alía con el Lemona A los diez minutos de la continuación, Diego Ribera botó una falta y el balón aéreo fue despejado por un defensor contra la cruceta de su portería, antes de que el cuero saliera a córner, con Pavone al quite. Más tarde, Asier Salcedo disparó con intención desde fuera del área pero el balón salió junto al larguero. El propio jugador vitoriano se encargó de ejecutar luego una falta peligrosa, colocando el esférico con mimo por encima de la barrera. El balón se estrelló contra el larguero, con Zigor superado y en el rechace, otra vez un defensor mandó la pelota al travesaño cuando casi se cantaba el gol. A partir de aquí bajó el ritmo del encuentro porque las fuerzas escaseaban. Además, los visitantes aprovechaban para perder tiempo asegurando un punto que les vale de poco en su afán por clasificarse para la Copa del Rey.