Aranzana: «El baremo en una y otra canasta no ha sido nunca el mismo»

Gustavo Aranzana, entrenador de Baloncesto León, mostró en la sala de prensa su disgusto por la derrota a la conclusión del encuentro, aunque señaló que «siempre había dicho que había que estar preparado para jugar una serie a cinco partidos». Para el técnico una de las explicaciones de la derrota de su equipo estuvo en el desigual reparto de faltas señaladas por los colegiados entre ambos conjuntos. «Nos han castigado bastante con faltas en acciones que en el otro lado no han sido pitadas con el mismo baremo», declaró un enfadado técnico vallisoletano. Otra de las claves del encuentro, según Aranzana, fue la «estúpida» falta técnica de Silas Mills en un momento clave (55-50) del tercer cuarto. «Si en un partido tan igualado como éste permites que te piten una técnica con posesión de balón y luego no castigas en tres acciones de tres contra uno al contraataque, pues lógicamente por dos o tres detalles se te marchan las opciones de victoria», apuntó. Los pequeños detalles El entrenador destacó que los partidos durante esta fase decisiva de la temporada se deciden por pequeños «detalles», como el de la técnica, en los que ayer su equipo fue inferior al Bruesa. El técnico además lamentó el bajo porcentaje de los suyos desde la línea de 6,25 y desde el tiro libre y la gran noche de los tiradores exteriores donostiarras, sobre todo en los instantes decisivos. «A Bruesa le ha sobrado acierto en el tiro de tres, mientras que a nosotros nos ha faltado acierto en tiros cómodos. Nos ha castigado no meter esos tiros claros, que no nos ha permitido coger una ventaja amplia y que nos ha hecho jugar con miedo», indicó. Para Aranzana ahora lo más importante es recuperar cuanto antes a su equipo tanto físicamente como anímicamente para el enfrentamiento de mañana sábado, que será un partido «muy diferente» y en el que habrá que «salir como locos a buscar la victoria desde el primer minuto de juego», según el técnico. Además, Aranzana quiso dar un mensaje de optimismo a la afición leonesa, a la que le recordó que «nadie había dicho nunca que el ascenso iba a ser fácil».