Muchos puntos y poca carrera

El partido de ayer no respondió al guión deseado en el bando local. A la mejor defensa de liga le anotaron 24 puntos de entrada en el primer cuarto -con cuatro triples- y el ritmo de puntuación al descanso amenaza con alcanzar la centena para cada equipo si seguían las tendencias. Demasiados puntos para un León que está mucho más cómodo en otro tipo de encuentros. Y demasiados problemas para poder lanzar contraataques rápidos, una de las claves que había fijado el entrenador Gustavo Aranzana para esta eliminatoria, sabedor de las carencias del rival a la hora de rehacerse atrás. Al equipo local también le condicionaron mucho las faltas y ya desde el inicio con las tradicionales dos personales que le caen por sistema a Higgins en los primeros minutos. Después a León le tocó ir recolocando las piezas en tablero como podía porque la acumulación de personales sufridas por los hombres importantes del equipo local no facilitaron las cosas precisamente al equipo de Aranzana. León sí estuvo muy sólido en los primeros minutos aunque el rival explotaba su talento anotador y su inspiración desde la línea de 6,25. Y en el segundo cuarto exhibió su mejor cara para empezar a mandar en electrónico con claridad y encarrilar un partido del que después se iría totalmente desquiciado por lo ocurrido en las acciones de la pareja arbitral. Por donde tuvo mayores problemas ayer León fue para cerrar el rebote y el rival consiguió hasta quince capturas bajo su tablero, aunque lo equilibrió con trece en el aro del Bruesa. Lamont Barnes estuvo muy fino en esta materia y consiguió hasta catorce capturas, que aderezó con cinco rebotes y 21 puntos para elevar au estadística hasta los 41 de valoración. Pero a León se le había ido la cabeza y en el último cuarto Aranzana hizo pasar a los hombres por la pista sin que nadie fuese capaz de anotar ante un rival muy crecido.