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Alonso rompe al fin su maleficio en Montecarlo con untriunfobrillante

El asturiano se apunta cómodamente la prueba más prestigiosa para consolidar su liderato

Publicado por
José María Rubio - montecarlo
León

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A Fernando Alonso le hacía ilusión ganar en Mónaco, no por los diez puntos, que en todas partes son iguales, sino por el hecho de que los grandes campeones siempre han vencido esta prueba, la más prestigiosa del año, y por romper el maleficio que pesaba para el asturiano en el glamouroso Principado. La alternancia en los resultados entre los pilotos de McLaren, que ha dejado a Raikkonen a 37 puntos y a Montoya a 41, y las dificultades de Schumacher, quien se encuentra ya a 21 puntos, permiten a Fernando comenzar a sacar la calculadora y pensar en el segundo título con toda tranquilidad. El piloto de Renault tenía especial motivación para imponerse en Mónaco. Y lo consiguió saliendo desde la 'pole position', tras la sanción impuesta a M.Schumacher por la FIA. El ovetense estaba entusiasmado por esta victoria, su segunda consecutiva esta temporada, la cuarta del año y la decimosegunda en F1. A pesar de su alegría, ninguno de los tres pilotos que subieron al podio -Fernando Alonso, Juan Pablo Montoya (McLaren Mercedes) y David Coulthard (Red Bull)-, agitaron las botellas de champán. Fue un homenaje a Edouard Michelin, presidente de la marca de neumáticos que falleció el viernes en un accidente marítimo. Los tres montan esa marca de neumáticos, y los tres dedicaron su actuación a este gran hombre. La victoria conseguida por Fernando en Mónaco era una asignatura pendiente, ya que era hasta ahora uno de los tres circuitos en los que no había subido al podio. Le quedan Canadá y Estados Unidos, y seguro que allí también lo consigue. Los diez puntos marcados por Alonso le alejan aún más de sus rivales. Con 64 en su haber, le sigue Michael con 43. Tras la rotura del motor de Raikkonen en carrera, ahora se encuentra empatado con Fisichella en la tercera posición, con 27 puntos. De cabo a rabo Alonso realizó en Mónaco una carrera brillantísima. Los hizo sin la amenaza de Schumacher a sus espaldas, ya que el teutón tomó la salida desde los boxes después de la sanción impuesta por la FIA y que le relegó al final de la parrilla. Por ello, en Ferrari cambiaron de estrategia y fueron a una parada. Por detrás tenía a Webber, con el que compartió la primera fila, y los McLaren de Raikkonen y Montoya. Raikkonen se deshizo en la primera vuelta de Webber y se acercó a Alonso, a quien acosó sin cesar durante la primera parte de la carrera. Los dos pilotos iban marcando vueltas rápidas y su ritmo era endemoniado, tanto que en la vuelta 14 ya comenzaron a doblar a los últimos clasificados. Por detrás, Webber se fue distanciando de ellos y supo mantenerse alejado de Montoya. Tras el colombiano existía otra carrera, puesto que Barrichello, que encabezaba el siguiente grupo, perdía segundos vuelta a vuelta. La clave iba a estar en las paradas en boxes, y la pregunta era clara: ¿quién iba más descargado? El primero en entrar a cambiar neumáticos y repostar fue Montoya, que no perdió su cuarto lugar, ya que salió de boxes de nuevo por delante de Barrichello. Raikkonen lo hizo una vuelta más tarde, mientras que Fernando aún estuvo dos más en pista, y Webber entró después. Pero eso no permitió al asturiano desprenderse del acoso del finlandés, que de nuevo colocó el morro del McLaren muy cerca del alerón trasero del Renault. Fernando supo aguantar muy bien a Raikkonen, ayudado también por las dificultades que ofrece Mónaco para adelantar, lo que provocó que los cuatro primeros pilotos rodaran al ritmo que imponía Alonso. Fernando adelantó su primera parada una vuelta, ya que tenía algunos problemas de neumáticos, y para la segunda parada tenía un juego de ruedas nuevas con el que acabar la carrera. Al tener unos problemas de ruedas, Fernando se dejó aproximar por Raikkonen, pero tenía controlado todo, con su habitual facilidad para gestionar las carreras. Incendio en el Williams Cuando se disputaba la segunda parte de la carrera, en la vuelta 48, y cuando parecía que las cosas poco podían cambiar, Mark Webber, que rodaba tercero tras Alonso y Raikkonen, empezó a bajar el ritmo y se paró a un lado de la pista con su Williams echando fuego. Ese momento fue aprovechado por muchos de los pilotos para realizar su segunda entrada en boxes. Los tres primeros clasificados -Alonso, Raikkonen y Montoya-, cambiaron neumáticos y repostaron por segunda y última vez. Pero uno de ellos dijo adiós a la carrera. Fue Raikkonen, cuyo motor no aguantó y se rompió. Quedaban veinte vueltas para el final. Alonso mantuvo a raya a sus perseguidores y Michael Schumacher acabó al final en una meritoria quinta posición pese a haber salido en última posición.