Yebra está decepcionado por el trato recibido del Pamesa El Barça, obligado a ganar en Vitoria

El alero leonés Oscar Yebra, que ha militado en el Pamesa Valencia las dos últimas temporadas pero que ya no lo hará en la que viene, aseguró sentirse decepcionado con el comportamiento de algunos integrantes del club valenciano. «Esperaba más de determinadas personas. Esperaba más en aspectos profesionales pero, sobre todo, en el trato humano. Las cosas se pueden hacer de otra manera con el mismo fin. Hay unos mínimos que se han de cumplir y que hacen grandes a las personas. Cuando eso no se cumple te decepciona un poco», explicó. «Hay ciertos comportamientos que no comparto, pero cada uno hace su trabajo como cree que lo tiene que hacer», señaló Yebra, que afirmó que esperaba desde hacía tiempo la decisión que ha tomado esta semana el Pamesa de ejecutar la cláusula que le permitía romper el contrato que les unía una temporada más. «Era la crónica de una muerte anunciada. Sabía lo que iba a pasar desde hace meses. He ido haciéndome a la idea y al mismo tiempo he evitado que influyera en mi trabajo», relató. Yebra aseguró que deja la entidad valenciana «tranquilo, porque he cumplido con mi trabajo, profesionalmente nadie me puede achacar nada, porque he intentado hacerlo lo mejor posible», explicó. El ya ex jugador del Pamesa admitió: «las cosas no han ido como esperaba, sobre todo, esta temporada» y recordó que llegó al club en el verano de 2004 con «mucha ilusión». El Barcelona está obligado a sacar hoy (12:30 horas en el Buesa Arena) a relucir sus mejores prestaciones en el segundo partido de la eliminatoria de semifinales ante el Tau para igualar la serie tras caer con rotundidad en el primer choque (96-83). Las posibilidades del Barça de empatar la serie y afrontar los partidos del Palau con más calma pasan por recuperar la mejor versión de Williams; anular a Scola y David y ganar en presencia interior. En la otra semifinal, El Joventut afronta el segundo choque ante Unicaja (19 horas, Martín Carpena) con el fin de olvidar la derrota en el primer partido y buscar la sorpresa de una victoria, ya que de lo contrario, y con 2-0 en contra, el pase a la final se antojaría una utopía.