Diario de León

Luces y sombras de España

La selección cierra su preparación doméstica con síntomas de mejoría, pero aún confusa

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Ignacio Tylko - madrid
León

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«Si queremos cumplir el objetivo de poder ganar a los mejores en el Mundial, hay que mejorar, leer con más inteligencia los partidos, automatizar más los movimientos y pulir defectos deprisa. Se pierden muchos balones en zonas de máximo riesgo y se hacen faltas innecesarias». A sólo diez días del estreno de España ante Ucrania, en Leipzig, Luis Aragonés exige un plus a su selección, que ante Egipto experimentó una ligera mejoría con respecto al amistoso ante Rusia pero sin alcanzar el notable. El combinado nacional cerró la preparación doméstica con luces y sombras. No maravilla, pero tampoco lo ha hecho ninguno de los mundialistas en los ensayos y eso permite albergar esperanzas. Se muestra sólido, disciplinado y con la confianza que da saber que, tras 21 partidos con el sabio de Hortaleza, aún no conoce la derrota y suma 13 victorias y ocho empates. Es cierto que los rivales no han sido de enjundia, salvo quizá los serbomontenegrinos, que se necesitó jugar la repesca mundialista ante la débil Eslovaquia, pero es un signo de fiabilidad. Los escepticos, empero, lo consideran un presagio de que una vez más se caerá en los penaltis. Se han anotado 42 goles, muy pocos si se tiene en cuenta que de ellos 11 se los llevó San Marino, y se han recibido sólo 11. En dos años al frente de la selección, Luis ha empleado 41 jugadores, de ellos 15 debutantes, el último Iniesta. Cromos «repes» Esa seriedad defensiva de un equipo que cada vez achica mejor y se repliega con más orden es uno de los síntomas más saludables. Otro, las alternativas de hombres de banquillo como Reyes. También la calidad en la estrategia, con varios lanzadores de falta certeros. Uno más, el equilibrio que da Senna a la zona ancha. Pero sobre todo, el espléndido momento de forma de Puyol, un valladar inexpugnable en la retaguardia, y la recuperación, aunque sea lenta y costosa, de Raúl, el diamante más preciado de España, que al fin se reencontró con el gol tras un embarazo sin mojar con España. Pero como dicen que la suerte final es cuestión de rachas, igual le llega la magia justo para el Mundial. Pero España sigue sin ser un equipo con personalidad definida. Le falta fluidez en el centro del campo, pese a contar con hombres de gran calidad, entrar mucho más por banda y conectar con los delanteros. Además, Torres y Villa, en quien Luis confía menos que en el rojiblanco según se deduce del orden de las sustituciones, no atinan con el marco contrario. Xavi no está para jugar, Cesc se pierde en la izquierda, y Senna y Albelda juntos parecen cromos repetidos. Cambio de dibujo Luis tiene dudas con algunos hombres y quizá cambia en exceso el dibujo, aunque ya tiene muy claro que Raúl será titular indiscutible, al menos para una hora, y jugará como enganche. Ha perfilado el once inicial, aunque aún puede haber retoques. El choque ante Croacia del próximo miércoles en Ginebra, será decisivo para saber el equipo que oponga a los ucranianos. Ojo porque puede entrar Pernía, llamado a última hora, pero citado para jugar. Por líneas Si se hace un análisis por líneas, se alcanzan las siguientes conclusiones. Iker es fijo en la portería, aunque a Luis no le gustan nada frivolidades como la que casi le cuesta un gol ante los campeones de África, por jugar un balón tonto con el pie. En la segunda parte del choque ante los croatas, probará con otro guardameta. En la zaga ha cambiado poco, aunque los laterales podrían ser reemplazados. Luis quiere hombres con más recorrido y Salgado y Pernía tienen más experiencia que Sergio Ramos y Antonio López, con quien Luis, no obstante, quedó bastante satisfecho en Elche. Parte de la crítica le reclama un cambio total, tanto en los laterales como en el centro, donde el corajudo Ramos le quitaría un puesto a Pablo. De momento, Luis insiste en que el sevillano es más lateral que central. En todo caso, se echa en falta un tipo que la saque jugada, que inicie la transición defensa-ataque. En el medio, repitió ante rusos y egipcios con Albelda, Senna y Cesc. Le encantan los tres, pero asume Luis que aún no se compenetran como quisieran. En esa zona básica alberga dudas, ya que Xabi Alonso tiene más fútbol que el valenciano, Xavi es una garantía cuando alcance un nivel sólo discreto e Iniesta, pese a ser un novato en estas lides, está que se sale y es todo un campeón de Europa. Marcha atrás De momento, insiste en dejar las bandas muertas para los laterales. Cuenta muy poquito con Joaquín, en quien ha ido perdiendo confianza de forma paulatina, y más con Reyes, que siempre le responde en cuanto sale, y se entiende a las mil maravillas con Torres. Esa confusión en el medio la tiene que resolver como sea Luis porque es determinante en un Mundial. Arriba, Luis ha dado marcha atrás y parece prescindir de las tres puntas móviles y escurridizas. Sabe que, para tener éxito, las permutas deben sincronizarse al máximo y que, hoy por hoy, Luis García, Torres y Villas, desubicado en la izquierda, se roban los espacios. Visto el rendimiento de Raúl, a quien ha definido como un gran goleador y un jugador capaz de dar el último pase como nadie, se decanta por un mediopunta y dos arietes. Ambos delanteros están obligados a explotar. Sus números no animan. El asturiano ha anotado dos goles en siete partidos con la selección y Torres nueve, en 29. Poco bagaje para los estiletes de una selección que pretende ser ganadora. De ellos todos esperan mucho más y el primero su técnico. Si no funcionan, Raúl pasaría a ser el punta y los polivalantes Luis García y Reyes los que sorprendiesen desde atrás. La ventaja es que hay alternativas. Lo malo, que apenas hay tiempo para desentrañar todas las claves. Solidez defensiva, con Puyol inmenso atrás. Repliegue, presión y achique de espacios. Alternativas para el centro del campo. El compromiso del equipo. El equilibrio que aporta Senna. El reencuentro de Raúl con el gol. Las apariciones de Reyes. Notables especialistas a balón parado. Movilidad y rapidez de los delanteros. Versatilidad y polifuncionalidad de muchos futbolistas. Sin personalidad definida. Dudas de Luis sobre el dibujo y el sistema. Pérdidas de balón en zona de riesgo. Poca fluidez en el centro del campo. Desorientación de Cesc escorado a la izquierda. Xavi está muy lejos de su mejor versión. Ausencia de penetración por banda. Falta de pegada. No saber cerrar el partido cuando se va en ventaja. Torres y Villa no acaban de entenderse.

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