Silvano impide la transmisión del partido por TV si no hay entradas
El presidente de la Deportiva quiere que todos los aficionados bercianos puedan entrar en La Ballena
1 Los canarios cubrirán con lonas los fondos. El Alfonso Silva es un campo peculiar porque el partido se puede ver desde fuera del recinto. Sólo hay una alambrada que no impide la visión, aunque los canarios piensan cubrir esas zonas mañana con lonas que se desplegan verticalmente, como las que aparecen tras la portería. 2 Pasa un viaducto sobre el Alfonso Silva. Es similar a lo que pasa en Los Juncos de Bembibre. Se está construyendo un gran viaducto situado en uno de los fondos. Es peligroso porque está en obras pero en el peor de los casos los aficionados podrían seguir el juego desde arriba, si es que toman precauciones para evitar accidentes. 3 Quieren cerrar el aparcamiento. Saben los isleños que nada más aparcar el vehículo se puede ver el partido con comodidad tanto en el fondo como en la zona de preferencia. Por eso quieren cerrar el paso de vehículos para que nadie tenga acceso allí. Como se aprecia, se puede ver el partido incluso desde el talud colindante con la preferencia. Nuevo capítulo en la historia del desencuentro que están protagonizando estos días la Ponferradina y el Universidad de Las Palmas. Por si no era suficiente con la tensa situación vivida entre los directivos de ambos clubes en las últimas horas, resulta que ayer por la tarde el presidente blanquiazul, José Silvano, se puso en contacto con la Televisión Autonómica Canaria para denegar el permiso para la transmisión del encuentro que estaba prevista este próximo domingo. Un Silvano visiblemente molesto ha preferido renunciar a las cantidades económicas que iba a percibir por parte el ente autonómico canario para forzar una negociación de última hora entre el canal televisivo y los directos del Universidad de Las Palmas, en virtud de la cual todos los aficionados bercianos que llegan mañana a la capital grancanaria tengan la posibilidad de asistir al encuentro entre la Deportiva y el Universidad. El presidente abandonó ayer la turística localidad del sur de la isla en la que se está hospedando junto a su familia y la de otros directivos para subir hasta la capital grancanaria y buscar un giro en los acontecimientos tratando de buscar una solución al problema de las entradas. Estuvo por la mañana con el equipo en los campos del Mundial 82 mientras el cuadro de Pichi Lucas realizaba su entrenamiento. No tuvo ni un minuto de tranquilidad. Acompañado por su vicepresidente Guillermo Domínguez estuvo toda la mañana atendiendo llamadas telefónicas tanto de Ponferrada como de otros puntos de la isla. Su gesto era serio. Atendió con paciencia las preguntas que le realizaron los informadores locales después de la sesión y se mostró confiado en que pudiera alcanzarse una solución satisfactoria para todos en las próximas horas. Silvano tiene un as en la manga porque cuenta con un importante paquete de entradas para repartir entre los aficionados que se desplacen en el día de hoy. Pero no son suficientes para todos. Universidad cedió 50 entradas Los canarios entregaron ayer a los directivos de la Ponferradina medio centenar de entradas que unidas a otras que se han ido consiguiendo a cuentagotas elevan el total de las disponibles por el club hasta una cifra cercana a las 150. Se están buscando mil artimañas para obtener más, incluso a través de las empresas que recibieron el papel del club canario. Hoy se tratará de elevar ese número pero será complicado porque en la sede del conjunto isleño, donde jugadores y directivos de la Ponferradina habían podido retirar unas cuantas, ya se ha colgado el cartel diciendo que no quedan entradas. Los locales se curan en salud El cuadro local, mientras tanto, ha enviado ayer un fax a la sede de la Ponferradina en el que responsabilizan al conjunto berciano de todo lo que pueda ocurrir mañana. Lucas Pérez, director general de los canarios, presume que puede haber un grave conflicto de orden público en las inmediaciones del Alfonso Silva cuando se cite allí la gran marea blanquiazul, dispuesta a presenciar el encuentro como sea. Mal asunto si encima el presidente local es un magistrado de la isla.