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El fútbol inunda el mundo Pelé y Schiffer exhibieron la Copa

La ceremonia inaugural mezcló tradición y modernidad sobre el nuevo estadio de Múnich

Publicado por
Adrián R. Huber - múnich
León

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El futurista WM Arena, propiedad de los dos principales clubes de fútbol muniqueses, el 1860 y el Bayern; con capacidad para 66.000 espectadores e inaugurado a finales de mayo del año pasado, fue el escenario de la inauguración del Mundial de Alemania 2006, como aperitivo del primer partido, que enfrentará a la selección anfitriona con Costa Rica. La FIFA decidió invitar a la misma a todos los campeones mundiales vivos, entre los que destacó Pelé -y se echó en falta a Diego Armando Maradona-; al igual que el uruguayo Alcides Edgardo Ghiggia, protagonista en primera persona del 'Maracanazo', la histórica final en la que Uruguay derrotó (1-2) a Brasil en el estadio Maracaná, así como una larga lista de casi una centena. La Ceremonia, dirigida por Christian Stueckl, se centró en la tradición y las costumbres bávaras, al principio; y acabó con un espectáculo más moderno, con la actuación del 'viejo rockero' alemán Herbert Groenemeyer, que interpretó el himno del torneo y de la banda berlinesa de 'hip-hop' Seeed (con tres 'es'). El acto arrancó sobre las 16:30 con las voces del Coro de los Toelz Boys, 42 niños vestidos con el traje de Alemania, y con la entrada en el terreno de juego de 182 tamborileros bávaros, ataviados con los tradicionales pantalones de cuero antes de que el conductor, Thomas Gottschalk, uno de los comunicadores más famosos de Alemania, comenzase la introducción. Entre los tamborileros se situaron catorce pastores, que portaban los látigos de cuero con los que otrora defendían sus rebaños del ataque de lobos y osos, que hicieron sonar antes del ingreso en el terreno de juego de un estrambótico coro- que entonó la Novena Sinfonía de Beethoven mientras un cartel gigante caía daba la bienvenida a todos. Exactamente 1.441 días después de que Cafú, capitán de Brasil, levantase la Copa del Mundo en Japón después de que su selección derrotase (2-0) a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón, el balón comenzó de nuevo a rodar en el mayor evento deportivo junto a los Juegos Olímpicos. Y la ceremonia previa al primer partido estuvo a la altura de las circunstancias. Uno de los puntos álgidos fue la salida de 150 «Schuhplatters», los bailarines tradicionales bávaros que palmean sus muslos, pantorrillas y las suelas de sus zapatos. Cientos de cencerros sonaron entre las varas de paja de las que salieron posteriormente bailarines de 'hip-hop'. Seeed, Groenemeyer y el dúo africano 'Amadou&Mariam' tomaron el primer plano musical a partir de esos momentos, en los que Pelé cobró doble protagonismo, al compartir junto a la más que bella modelo Claudia Schiffer el honor de subir al escenario la Copa del Mundo que alzará el ganador el próximo 9 de julio, en Berlín. Pero el momento más emocionante fue, sin duda, el de la entrada de los campeones mundiales, que desfilaron por primera vez en una ceremonia de este tipo, invitados por la FIFA. Al mismo tiempo que en las pantallas aparecían las imágenes de los torneos en los que se proclamaron campeones, hicieron su entrada los de Inglaterra (1966), Francia (98), Uruguay (1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986), destacando la ausencia de Maradona,. Entraron después los triples campeones, Italia (1934, 38 y 82) y Alemania (1954, 74 y 90), especialmente vitoreados, por motivos obvios; para cerrar este laureado desfile los de Brasil, única 'pentacampeona': 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002. El Presidente de la República alemana, Horst Koehler, flanqueado por el suizo Sepp Blatter, presidente de la FIFA, declaró inaugurados los Mundiales. «Bienvenidos a Alemania. Están entre amigos», dijo , citando el lema del Mundial.