Doscientos aficionados recibieron ayer a la Deportiva en El Toralín
El público berciano sabe que aún falta un último esfuerzo pero quiso felicitar a los héroes de Canarias Silvano confirma que la ida será el domingo en El Toralín a partir de las 20.30 horas
Los aficionados de la Sociedad Deportiva Ponferradina han vivido con intensidad todo lo ocurrido el pasado domingo en Canarias. Muchos lo vieron in situ, pero fueron muchísimos más los que se quedaron en la capital berciana para seguir el partido por la televisión y también a través de las emisoras de radio. No podían ni querían esperar más para tributarle un merecido homenaje al equipo que está escribiendo una de las páginas más brillantes del club en sus 84 años de existencia y por eso ayer salieron a la calle para estar al lado de los héroes que protagonizaron la batalla de Canarias en el coliseo blanquiazul. Minutos antes de las nueve de la tarde llegaba la expedición ponferradina procedente de Madrid, donde habían desembarcado pasadas las tres de la tarde del vuelo que les condujo desde la capital grancanaria. Los jugadores, técnicos y auxiliares viajaban en el autocar mientras que algunos directivos y entre ellos el propio presidente, lo hacían detrás en sus vehículos. A su llegada estalló la afición que llevaba bastantes minutos aguardando ese momento. Se encendieron bengalas para recibir al equipo mientras sonaba con fuerza el «Deportiva, Deportiva...». No faltó la charanga ni los aplausos del público que se acercó a pie de autocar para abrazar y felicitar a los jugadores, algunos de ellos con lágrimas en los ojos. La plantilla supo estar a la altura firmando autógrafos y saludando a sus incondicionales pese al lógico cansancio después de tan agotador viaje que se había iniciado a las nueve de la mañana en el hotel Concorde de Las Palmas. Lo peor fue la espera para recoger los equipajes en la gigantesca terminal T4 del aeropuerto madrileño que mantuvo casi tres cuartos de hora a la plantilla frente a las cintas transportadoras sin ver aparecer sus maletas. Por fin fueron llegando a cuentagotas y el grupo pudo partir hacia Ponferrada por carretera después de un vuelo «amenizado» por no pocas turbulencias del Airbus de Iberia antes de tomar tierra. Lo importante es que ya están en cada y que los afectados por la gastroenteritis que convirtió en algo todavía más épico el choque del domingo siguen mejorando con el paso de las horas y se supone que llegarán a tiempo para poder jugar el domingo contra el Alicante. Faltó Manolo Rubio que viajó en un avión posterior hacia Madrid acompañado por el doctor Toño Bodelón. El meta estará hoy en el primer entrenamiento semanal programado para las once y media de la mañana.