Mujeres desesperadas
Las nuevas generaciones son más futboleras, pero la mayoría femenina deserta del fútbol y ve este mes como un agujero negro
Las previsoras se han tomado el primer mes de vacaciones. Otras ven este mes como un agujero negro de desamor o han cambiado de novio: la visión del amante en chándal, apurando cervezas y farfullando groserías al televisor es considerado por la sexología moderna un antídoto para la libido. Pero es evidente y de mérito que muchas mujeres intentan un acercamiento. La fiebre del Mundial es una extravagancia, pero también de las raras que se permite el varón. Entre las nuevas generaciones han terminado revelando una genuina afición, aunque los psicólogos ven también que la igualdad es a veces imitación y la comprensión de algunas ante el televisor termina a veces en el encargo de reponer cacahuetes, con lo que es preferible un abono para museos o una venganza vía tarjeta de crédito. Balnearios y curas cosméticas han preparado por toda Europa programas de rescate femenino. Desde Dinamarca hasta Malta hay paquetes 'Ladies Power Weekend'. La hostelería, que suele padecer el fútbol, ya no lo combate sólo poniendo un televisor; también quitándolo. EasyJet propone viajes a la isla del Gozo, en algunos videoclubes se agota la serie entera de 'Mujeres desesperadas' y una web de holandesas exige dos capítulos de 'Sexo en Nueva York' por partido. El turismo suizo llama sugestivamente: «¡Chicas! Huid del Mundial a un país donde los hombres se ocupan más de ti que del fútbol». El vídeo de un apuesto granjero -que es Míster Suiza 2005- acariciando el heno ha sido descargado esta semana 100.000 veces de www.myswitzerland.com. A Uschi Nix, profesora en la universidad de Erfurt, no le gusta el fútbol pero sí el Mundial: «Es una fiesta de nacionalidades e idiomas». Lo de los partidos es demasiado y ha programado actividades con las mujeres de los amigos de su pareja. Para algunas es fantástico. «Todas las amigas están libres», dice Michaela.