León abre una semana clave para clarificar la temporada

La semana que hoy arranca será decisiva para el futuro de Baloncesto, con dos frentes fundamentales aún abiertos. Por un parte, el presidente accidental José María Rodríguez de Francisco intentará convencer a Gustavo Aranzana para que continúe en el baquillo del club leonés, y por otra el también concejal de Deportes del Ayuntamiento intentará conseguir un sucesor para el dimitido Marcial Manzano. En el caso del entrenador, mañana mismo llegará un primer contacto con Aranzana en el que el técnico pedirá que se aclare los datos reales del próximo proyecto deportivo, puesto como ha quedado claro desde el primer momento está dispuesto a continuar siempre que se presente la opción de confeccionar un equipo competitivo. El otro aspecto del acuerdo, el relativo al salario del técnico, quedará en un segundo lugar aunque desde el equipo se tendrá que hacer un esfuerzo económico ya que Aranzana aceptó el primer año un contrato muy lejos de su caché y sin duda querrá mejorar sus condiciones, aunque el propio entrenador ha defendido que este no será el aspecto decisivo sobre la cuestión. El otro frente que tiene aún abierto el equipo pasa por conseguir un nuevo presidente. De Francisco se marcó un plazo de quince días para conseguir un nuevo máximo mandatario para Baloncesto León y de momento hay dos nombres para este tema. Por una parte el primero en hacerse público es del pediatra y ex concejal Miguel Fernández Llamazares, socio veterano de Baloncesto León, sobre el que se ha comentado que podría dejar la presidencia del PAL para ocuparse del equipo. El otro candidato a la presidencia es Victorino González, actual máximo responsable de Caja España y hombre que al igual que Llamazares tiene un perfil adecuado al ser hombre capaz de generar consenso y de facilitar el trabajo tranquilo del cuerpo técnico.