Diario de León

Italia tira de manual para mandar a casa a la República Checa

La ultradefensiva azzurra, que elude a Brasil e n octavos , sali ó co n descar o a po r e l empate

El delantero transalpino Inzaghi se marcha del meta Cesch para anotar el segundo tanto para Italia

El delantero transalpino Inzaghi se marcha del meta Cesch para anotar el segundo tanto para Italia

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Y. Rey - hamburgo
León

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Italia, como la cabra, tira al monte. Para clasificarse para octavos tuvo que tirar de su manual más gastado. Lippi hizo caso a Cannavaro y jugó descaradamente al contragolpe. De los dos delanteros y medio a un punta único y un equipo con cinco centrocampistas. Agarrados a un Buffon extraordinario Italia dejó fuera a la República Checa. Están acostumbrados los italianos a situaciones como las que ayer vivieron en Hamburgo. Les valía el empate para asegurarse el pase y a por ello salieron. Que arriesguen los checos, pensó Lippi, que dejó en el banquillo a Toni para blindar su juego. En el enemigo, a falta de delantero Nedved se agigantó. El capitán asumió el mando y ejerció de líder. Tenían que ganar y salieron a ello. Encerraron a los italianos y Buffon comenzó a convertirse en el protagonista. Nedved remataba y su compañero del Juventus paraba hasta en cinco ocasiones. Ganar a Italia sin un delantero de verdad se antoja muy difícil. La República Checa lo intentó, pero siempre desde media distancia y desde tan lejos es complicado sorprender a un portero en estado de gracia. Italia contemplaba las paradas de Buffon y esperaba su oportunidad. Llegó en un córner, porque en jugada no se habían acercado al área. Materazzi abusó de su estatura para marcar de cabeza. Si hasta entonces había jugado con precaución, con ese gol, los de Lippi se sintieron vencedores. Y mucho más cuando un minuto antes del descanso, Pollack se autoexpulsó. Quedaba la segunda parte, pero Italia ya estaba donde quería y en el puesto que quería. Un gol por encima, el rival con diez y su portero como ángel volador. La República Checa se mostró incansable. No se rindió y aunque atrás eran mucho más vulnerables, arriba Nedved seguía ratificando a Buffon. Lippi movió el banquillo y se acordó del enfadado Inzaghi. El delantero había reivindicado minutos de juego y salió y marcó. En un contragolpe que salió de su campo con toda la defensa adelantada y a puerta vacía tras driblar a Cech. Un tanto que redondeaba la victoria el día en que Italia volvió a sus ancestros.

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