La vida en tres campos

Tres estadios han sido santo y seña del deportivismo a lo largo de estos 84 años. Cuando comenzaron a jugarse partidos en Ponferrada (allá por 1908), pero aún sin que existiese la Deportiva, el Campo de la Cruz era el punto de encuentro. Después estuvo a punto de hacerse un campo dentro del Castillo de los Templarios y finalmente por 4.250 pesetas se compran dos fincas que acaban convirtiéndose en Santa Marta. Santa Marta Se inauguró con un Deportiva-Cultural el 8 de septiembre de 1923. El 16 de marzo de 1975 se jugó el último partido. 1-0 ganaron los locales al entonces invicto Ciudad Rodrigo gracias a un cabezazo de Simón Pérez. Fuentesnuevas El primer partido fue ante la Gimnástica Arandina en marzo de 1975. El último, el 3 de septiembre del 2000. Triunfos en ambos casos, el último de ellos ante el Pontevedra. Al mudarse al Toralín, el campo fue utilizado por el filial y el juvenil. Al final, pasó de nuevo a disponer de él la junta vecinal y se lo alquiló al Promesas Ponferrada. El Toralín Los momentos más gloriosos del club están destinados a vivirse en El Toralín. En menos de seis años de existencia ya ha pasado de todo. Casi se muere un árbitro, se inundó el estadio a los doce días de ser inaugurado, se jugó un partido internacional sub-21 (España-Bosnia Herzegovina) y la final de la Copa del Rey de juveniles (RCD Espanyol-RCD Mallorca). Pero lo más recordado por ahora es la remontada «made in Guille» ante la Cultural en mayo del 2005 (de 0-2 a 3-2) y el extraordinario partido de hace tres semanas contra el Universidad de Las Palmas con otro 3-2 y un gol de Chupri desde cerca del medio del campo.