Italia pasa a cuartos gracias a un penalti ficticio en el tiempo extra (1-0)

El fútbol italiano vive instalado en el escándalo. Porque así debe considerarse lo sucedido en el Fritz Walter Stadion y desgraciadamente un árbitro español está por medio. Se equivocó Medina Cantalejo. Esa acción no es penalti. Y lo peor es que estaba cerca y un hombre de su experiencia no puede dejarse engañar por la caída de un jugador en la prolongación de un partido y más si éste es italiano. Y que no se moleste nadie, pero los «azurri» son maestros en la artes dramáticas. Lo tenía mal, bastante mal Italia. Estaba a un paso de la prórroga, jugaba con diez por expulsión de Materazzi (min 50) y Australia llevaba tiempo convencida de que estaba ante una situación única para seguir escribiendo una maravillosa crónica futbolística. La más grande de su historia. Pasaban dos minutos del noventa y entonces fue cuando Grosso se fue de Bresciano a empellones y al entrar en el área se topó con Moore que salió al cruce desde el suelo. El italiano no dudó, buscó el cuerpo del defensa y se dejo caer. Medina Cantalejo picó. Los australianos se quedaron con tal cara de tontos que ni siquiera intentaron comérselo. Hasta en eso tuvo suerte el árbitro, porque si es a la inversa, le dejan en cueros. Totti, el hombre más desgraciado sobre el césped por su suplencia -se le notaba en la cara hasta después de marcar- lanzó a romper y no dio tiempo ni para sacar de centro. Italia estaba como siempre en cuartos y Australia en casa. No fue justo. Los de Hiddink se habían ganado el derecho de jugar la prórroga y con un hombre más aspiraban a la victoria, pero una decisión arbitral les privó de al menos intentarlo. Nunca se ha especializado la «azzurra» por su buen juego. Hastacuando fue campeón del mundo en España 82, pasó la primera fase con tres empates y bañada en críticas que luego se transformaron en aplausos. Es vez parece ir por el mismo camino. En cada partido que ha jugado la fortuna se ha vestido de azul y cuando ha fallado ahí ha estado Buffon para empeñarse en competir con Casillas por el honor de ser el mejor portero del mundo. Materazzi, otra vez de caza Lippi, a tortas dialécticas con los periodistas italianos, se sacó de su caballera blanca la presencia de Del Piero en el once titular. Totti, fuera. A un cuarto de hora del final le metió en el campo y él tuvo que afrontar la responsabilidad del penalti. Volvió a los dos puntas, pero terminó quitando ambos (Toni y Gilardino), cuando ya habían demostrado su inoperancia ante el gol y debía recolocar el equipo por la expulsión de Materazzi. Lo de este jugador es para echarle del fútbol. Su entrada fue de las que un partido sí y otro también acostumbra en el «calcio» y si es verdad que un par de clubes españoles están pensarlo en ficharlo, deberían desistir inmediatamente. No es digno de nuestra Liga. Italia tuvo ocasiones para marcar en la primera parte. Explotó bien su juego directo y Toni y Gilardino encontraron un chollo en el juego aéreo, pero ni por esas. Australia comenzó a creer cuando se quedó en superioridad numérica, pero todo lo que tienen de voluntariosos y físicos, lo tienen de inocentes ante el gol. Viduka está para jugar al cricket y Aloisi quizás entró un poco tarde. Aún así buscaron la victoria guiados desde el banquillo por un Hiddink en mangas de camisa, que no paraba de darles órdenes.