Brasil se enfrenta con Ghana en el duelo más desigual de octavos

«¡Cuidado con la velocidad, el atrevimiento y la agresividad de Ghana. Hace años que dejaron atrás su inocencia y serán como francotiradores!». Parreira, el seleccionador brasileño, no se cansa de alertar a sus jugadores sobre el peligro del único superviviente africano, de la gran revelación de campeonato tras superar a la República Checa (2-0) y Estados Unidos (2-1) en la primera fase. El técnico que condujo a Brasil al tetracampeonato hace 12 años sabe de qué habla, ya que ha seguido la evolución de los ghaneses desde que les entrenó entre 1967 y 1968. Fue la primera selección que dirigió este personaje. «Entonces eran aficionados. Hoy, duros profesionales cuajados en las Ligas europeas», reflexiona Parreira, convencido de que para hacer buenos los pronósticos y encadenar el undécimo triunfo consecutivo en fases finales, Brasil debe de «mantener la estructura táctica y respetar al rival». El Westfalen de Dortmund acoge hoy el típico duelo de David contra Goliat, del más técnico, contra el que más duro, el que más faltas comete (72) y más amarillas ve (12 en la primera fase). Con su envidiable historia detrás, cinco títulos universales, la galaxia brasileña mide su descomunal potencial ante un benjamín que, a base de tesón, se ha colado en los cruces del todo o nada. Brasil no ha tenido problemas para despachar a sus rivales africanos en estas lides y Parreira también lo puede acreditar. Bajo su batuta, la canarinha vapuleó a Camerún en la primera fase del Mundial'94. Y hace diez años, en el único precedente entre ambas selecciones absolutas, Brasil aplastó a Ghana en un amistoso (8-2). Kaká, Ronaldinho, Adriano y Ronaldo, los famosos integrantes del cuadrado mágico, no debieran sufrir ante un rival que se presenta sin el sancionado Essien, su pulmón y el del Chelsea. El serbio Dujkovic, técnico ghanés, recupera a Gyan y Muntari, figuras en el triunfo ante los checos y ausentes por tarjetas contra los estadounidenses. El choque del que saldrá el rival de España o Francia el 1 de julio puede dejar a Ronaldo con el récord absoluto de goles en Copas del Mundo. Con los dos tantos logrados ante Japón, igualó los 14 que tenía el «Torpedo» Müller como plusmarca. Brasil también buscará los goles que le falta para llegar a los 200 en fases finales. «Me encantaría marcar pero no me obsesiona ni es lo más importante. Lo vital es que Brasil esté lista para ganar su sexto título. Podemos enfrentarnos y ganar a cualquiera, a Argentina, Italia...», argumenta el delantero.