El triunfo que llegó desde el cielo

No podía faltar el agradecimiento a la Virgen. Fredi, directivo de la Deportiva leía el mensaje del club. «Nos presentamos ante ti con el corazón desbordado de alegría. En agosto te solicitamos tu ayuda para ofrecerte ahora los éxitos. Es evidente que las súplicas fueron escuchadas por ti». El rector de la basílica, Antolín de Cela, dijo que «en el Evangelio sólo uno de diez leprosos limpiado por Cristo volvió para darle gracias (era un samaritano). Sin embargo, vosotros habéis querido venir todos a dar gracias a Dios por su ayuda. Y es que de bien nacidos es ser agradecidos. Seguro que todo el pueblo cristiano del Bierzo se siente orgulloso de vosotros». De Cela recordó que en 1958 la Deportiva ya acudió con el trofeo de campeón de Liga y su capitán Pin Cuesta lo entregó, conservándose en el tesoro de la Virgen. Gracias por perdonar y perdonaros por los roces y por construir la paz jugando y no la violencia. Porque el deporte tiene valores cristianos entrañables. Y por supuesto, por ser nuestros embajadores.