El trazado gusta poco y puede que el próximo año se traslade al Alto del Morredero
El experimento llevado a cabo ayer en Ponferrada después de muchos años teniendo el centro de operaciones en Molinaseca, no ha gustado a casi nadie. Los más satisfechos con el cambio eran los miembros de la organización porque en las estribaciones del Toralín tienen de todo. Y lo más importancia un espacio físico con el que desgraciadamente no contaban en Molinaseca, una localidad que acababa totalmente colapsada el día de la prueba. Pero a los pilotos no les convence el trazado. Mucho más rápido y peligroso que el anterior. «Lo más rápido de Riego era lo más lento aquí» comentaba Viloria, uno de los accidentados ayer que dejó su coche como carne de desguace, aunque salió ileso afortunadamente. El público se cobijaba buscando sombras pero el terreno es mucho más abierto en la carretera del pantano de lo que era el valle que atraviesa el rio Meruelo, por no hablar de la frondosidad del paisaje. El caso es que el próximo año es muy probable que la Subida se celebre, también en el municipio de Ponferrada, pero en el Alto del Morredero. Es lo más parecido a la versión anterior de esta prueba.