Rafael Nadal no logra destronar al emperador de la hierba londinense
Federer superó al español en cuatro sets para llevarse su cuarto Wimbledon consecutivo El helvético destaca el «gran torneo» del manacorí en el All England Club
Hace 40 años Manolo Santana se proclamó campeón de Wimbledon 1966 frente al americano Ralston. Al cabo de tan largo espacio de tiempo Rafael Nadal probó fortuna en la segunda oportunidad que ha tenido un español de afrontar la final y el desenlace le fue adverso. El suizo Roger Federer, primer favorito, y campeón de las tres últimas ediciones, ha demostrado que actualmente es el indiscutible emperador sobre hierba. En dos horas y 50 minutos el helvético selló su victoria número 48 en canchas de césped al derrotar a Nadal, segundo cabeza de serie, por 6-0, 6-7 (5), 7-6 (2) y 6-3 y obtuvo como recompensa 956.000 euros, en tanto que el mallorquín vuelve a su casa, a la «roquita», como él dice, con 478.000 euros, que tampoco está nada mal. Federer iguala el registro de Pete Sampras, que se anotó el título cuatro temporadas consecutivas, desde 1997 al 2000. «Es fantástico, es como un sentimiento sublime. Tuve un gran inicio y el saque me ayudó al final; he jugado a un buen nivel todo el partido. Volveré en 2007 porque quiero emular a Borg. Deseo sumar un quinto título consecutivo», declaró un feliz Federer. El hecho de haberle hecho un «rosco» a Nadal en el primer set supuso para el suizo una fuerte inyección de moral. En esa manga, que duró 25 minutos, el de Basilea logró tres rupturas de servicio, tantas como a lo largo del resto del encuentro. Nadal, afectado por los nervios, no pudo desarrollar su juego de tiros cruzados. En esa fase falló demasiado y eso se paga muy caro cuando el rival es un jugador de la talla del suizo. La ventaja del 6-0 no intimidó a Nadal. Al contrario. Comenzó el segundo set con una ruptura de servicio y llegó a escaparse hasta el 3-1. El balear, decidido a no perder comba, reaccionó como acostumbra y selló hasta un favorable 5-3. Sin embargo, en el décimo juego cometió una doble falta que se tradujo en la igualada a cinco juegos. El suizo anotó el 6-5 y después, en el desempate, anduvo con más viveza para conseguir el 7-6 (5). Federer tenía entonces el camino abierto a un nuevo éxito. Pero el caso es que su oponente, lejos de rendirse, mantuvo en alto la bandera de la lucha y así el tercer set discurrió con alternativas constantes en el marcador. Fue necesario otro «tie break», en el que, esta vez, se impuso Nadal con claridad 7-6 (2). La situación, en aquel momento, hacía pensar en un Nadal capaz de recuperar el mando en el marcador. Sin embargo, en el cuarto juego fue clave la pérdida de servicio del balar. A partir de aquí, el rodillo Federer volvió a carburar y el suizo se escapó con 5-1. Cedió después un par de juegos y en el noveno juego aplicó el tercer grado para dejar a Nadal fuera de combate. Nadal, «feliz» «Jugar sobre la hierba sigue siendo difícil, pero estoy feliz por el papel que he realizado en el torneo; prometo que el año próximo volveré y espero no tener un rival tan bueno como Roger Federer», expresó Nadal que ponderó el excelente tenis desarrollado por el ya cuatro veces campeón. Manolo Santana, que siguió el partido desde el palco real, comentó que «Nadal ha librado un gran partido, pero se encontró con el mejor Federer». «De todos modos, esta gran actuación de Rafa permite suponer que en el futuro podrá proclamarse también campeón en este club», añadió Santana. Los 13.798 espectadores que llenaron la pista central aplaudieron a rabiar a uno y a otro jugador.