Manifiestamente mejorable

LUCHA leonesa manifiestamente mejorable a poco que se fuesen introduciendo progresivamente innovaciones actualizadoras. Manteniendo las esencias -de lo tradicional- pero actualizando básicamente los fundamentos y los conceptos todos que tienen que ver con la presentación y puesta en escena como deporte moderno al uso. Superando la arcaica y penosa escenografía que lastra la L.L. con una presentación distinta y distante de las cutreces imperantes y generalizadas de los corros, empezando por las propias instalaciones y elementos ornamentales que brillan por su ausencia ahora. Pero antes que nada se impondría el cambio de mentalidad en el seno de la Federación, por una parte y por otra concienciación ciudadana de lo que es y representa la Lucha Leonesa. Toma de conciencia colectiva a la manera de cómo se está haciendo en la Capital con la mal-llamada Fiesta Nacional (también Fiesta de las Naciones de medio Hispanoamérica y de nuestras naciones limítrofes europeas), elevando nuestros corros a la categoría de Fiesta Regional en cuanto a nivel de consideración y aprecio. Que es justamente la valoración que en Canarias se hace a su Lucha canaria; les llena de orgullo e impregna todo su espíritu luchador isleño: «lucha canario como lucharon los guanches...» proclama su Himno, beligerante y reivindicativamente. Serían los dos primeros pasos. Un equipo federativo con otra mentalidad, superar la federativa «mentalidad del aluche de la boina», y una ciudadanía dispuesta a poner de actualidad de una vez y a poner en valor aquello a lo que evalúa no sólo como primer deporte leonés sino como seña diferenciadora regional (si se avergonzase de incluirlo entre nuestros signos de identidad y hechos diferenciales). Pero de una forma expresa y tangible, no implícita y vergonzantemente «a lo cazurro». Esa sería la síntesis sumarial. Todo lo demás ya habrían de ser actuaciones y ajustes renovadores con carácter puntual. Dándole cancha a los Clubes como complemento y prolongación federativa en tareas de montaje y organización de competiciones. De hecho lo suyo sería ya en estos momentos prodigarse en la labor de montar, organizar todo tipo de competiciones -obviamente salvo las específicamente de carácter oficial- como club organizador, a la manera en que cualquier club deportivo de cualquier actividad monta torneos o partidos (fútbol, baloncesto, balonmano, tenis, golf, atletismo...). De esta forma nuestros clubs de lucha buscarían marcar distancias sobre lo actual en cuanto a cuidada presentación, escenificación y demás; organización, en definitiva. Pero poniendo el acento de modo especial en esa puesta en escena en orden a «quitar telarañas al aluche de las cutreces alucheras». Pues a probarlo -y aprobarlo- tangiblemente, con hechos (organizativos). Y extrafederativamente. Esta habría de ser una de las varias e importantísimas funciones que cabría esperar de cualquiera de nuestros clubs de lucha: stop a la improvisación en clave aluchera. A través de los clubes sin duda sería mucho más factiblemente reconducible la actual situación; reiteramos, manifiesta y progresivamente mejorable... y puesto que empeorable parece difícil. A poco que se innovase, se dejaría de estar a la altura -o más bien, bajura- de la anterior etapa. Puesta en escena, escenografía ornamental, mercadotecnia luchística, incorporación de nuevas tecnologías a todos los niveles, agilidad competitiva, actualización reglamento, darle el protagonismo que se merece a la cantera: impulso de verdad, y no para la galería, tanto a la Lucha de Base como a la Lucha Femenina. Y por cierto que con un solo árbitro no se propiciaría la deplorable «desuniformidad»; sí, de vestuario pero también de criterio. Ah, y al hilo también del campeonato provincial, nos cuentan que se confirmó en el chapucero e interminable Provincial'2006 nuestra teoría de la «duración espanta-aficionados» -¡¡4 horas largas!!-, quedando en familia para contemplar a los Pesados «hacer puente» y desesperar a los inasequibles sufridores: que esa es otra a imputar a los «pesadísimos Pesados». En cuanto al olvido del acento exaltador y reivindicativo de la leonesidad de la LL en todo un Campeonato Provincial, pues justamente lo previsto. No cabe esperar otra cosa de dirigentes federativos e instituciones tan tibia y tímidamente leoneses. En eas sintonía de la mercadotecnia y el merchandising, muy en concreto la quiniela luchística, en la línea de implicación ciudadana con la L.L. y en estos momentos carente del mínimo reconocimiento social; sin ningún relieve en la sociedad leonesa. Todo ello «vendido» vía una a modo de vocalía o comisión de Imagen, Relaciones Públicas y Enlace con los Medios. Que la realidad tristemente es muy otra. En suma, en lo federativo perfil tan bajo como en lo político-institucional sentido de Leonesidad.