Landis y Menchov, al asalto del liderato de PereiroenAlpeD'Huez

Tres etapas seguidas en los Alpes, 569,5 kilómetros, 12 puertos a escalar y un comienzo que asusta, el mítico Alpe D¿Huez, con sus 21 curvas. Esa es la realidad que les queda a los ciclistas en esta carrera a seis días de conocer su ganador. En realidad se podría decir que son cinco puesto que la etapa final, en Paris, no dirá nada de cara a la general. El Tour puede llegar vivo hasta la contrarreloj de Montceau, pero no se decidirá en las bonificaciones de la última etapa. La montaña más dura de la prueba, tres etapas seguidas, van a suponer un desgaste para el que buena parte del pelotón no está preparado puesto que hay muchos corredores tocados, enfermos y con las fuerzas muy justas. Basta con observar la lista de los que llaman al médico en carrera o las caídas que se están produciendo. Los Alpes no tendrán, como sucedió en Pirineos, ninguna etapa de transición. Un día tras la jornada de descanso nos meteremos en Alpe D¿Huez, con una carrera muy distinta a la que nos encontramos en Pirineos. Los que entonces partían como favoritos allí, Landis, Menchov y Klöden se mantienen en la misma tesitura. El alemán es el que más tiempo perdido tiene en la general, pero no convendría descartarle. Óscar Pereiro es el líder. Merece un respeto. No va a ganar este Tour, pero dará guerra. No debe de tener un descenso brusco en la general. Por otro lado, los escaladores tratarán de recortar diferncias en el terreno más propicio para ellos de cara a la general. Entre ellos, Carlos Sastre buscará meterse en el podio de París aprovechando la ausencia de Ibán Mayo. Nombres como los de Gilberto Simoni, Gómez Marchante, José Rujando y otros deben de moverse para que sus últimas opciones en el Tour no se les escapen.