La ubicación del monumento

NOS REFERIMOS obviamente a lo que se está convirtiendo en el vodevil de la itinerante estatua-homenaje a la Lucha Leonesa. Parece que existía una más o menos unanimidad tanto en retirarle del chirriante y aberrante emplazamiento actual, rotonda sin acceso peatonal frente al edificio de la Junta de Castiga-León, como en situarlo donde correspondía. Se hizo lo más difícil, sacarlo de donde no correspondía y se está fallando en lo elemental de llevarlo a cualquier lugar... que no fuera «el descampao donde lo han posao». Rebasado el Estadio, orillado entre la Circunvalación y algún vial anexo y perdido en la soledad de la pradería profunda. Absurdo y disparatado. Toda una tomadura de pelo y que supera a la anterior. Por reiteración y con la alevosía de los hechos consumados, sin consultar... ni al apuntador-autor. Perdido en tierra de nadie y sin nadie; acaso su destino era unos pasos más allá y «depositado en el depósito» vecino de Desguaces Clarés para completar la afrenta. Premonitoriamente, tiempos de desguaces y de afrentas para los símbolos -sentimientos- leoneses. Allí «espetada» en el horizonte, cuando fue concebida, aparte de para ser contemplada en aproximación y cercanía -palparla, fotografiarse...-, para ir sobre un pedestal que resalte la esbeltez de la composición. Pedestal que obra en poder del escultor -sufragado a costa de su propio pecunio- sin que se le diera la oportunidad de ponerlo en destino. Cuando ni tan siquiera se le consulta sobre la ubicación de «su» obra... Pues desde la distancia tal parece una cagadita («cagarriata» en cazurro), con todo el respeto para la creación del admirado y admirable Ángel Muñiz ¿municipal querencia o síndrome de estercolero, basurero...? Ni siquiera en clave de humor, que en todo caso sería humor negro tirando a escatológico. Pero ¿a qué nivel político -¿o fue funcionarial?- se toma esta decisión en el consistorio leonés? ¿Concejalía de cultura, Urbanismo, Deportes, Turismo...? Tomada y «puesta por el enemigo», más bien parece. En todo caso, y para cualquiera de los (i)responsables, una cuestión menor y así se escribe la historia cazurra. ¿Y los partidos leonesistas?. De nuevo silentes y muditos frente al maltrato de uno de los emblemas de la Leonesidad. Por nuestra parte, estábamos convencidos de sintonizar con la sensibilidad del autor, cuando proponíamos ubicarlo «donde correspondía»; en lo que parecería su sitio natural: frontal y entrada principal del «Palacio de Todos los Deportes Leoneses» y como reconocimiento al primero y más leonés de todos. En el lugar más transitado -y por forasteros- visible y accesible. Hace varias semanas la redactora-jefe de Diario de León, Camino Gallego, en su columna habitual de los miércoles y tras deplorar lo disparatado de la nueva ubicación, se conectaba también en esta sintonía posicionándose abiertamente «ante el Palacio de los Deportes». Recientemente se nos pronunciaba un lector «delante de Botines, Las Palomas, Plaza Mayor, Plaza de las Cortes (Leonesas) -próxima a reurbanizarse-... y hasta en el vestíbulo del Palacio de los Deportes. Todo antes de donde lo han desterrado; peor, mucho peor aún que donde estaba ¿pero qué mano negra hay por ahí? ¡Señor...!». Qué vergüenza que se avergüencen y nos avergüencen estos munícipes vergonzantes. Y no se trata de ejercer de cañeros sin más y porque sí. Es que se subleva uno ante la indiferencia y la insensibilidad de la sociedad leonesa en general y de la clase política muy en particular. Como para plantearles a estas municipales mentes tan sensibles y tan preclaras la posibilidad de algún tipo de inscripción explicativo para un mejor entendimiento de la obra y su mensaje. En tono más o menos épico y que a tal efecto podría servir alguna estrofa del Himno de La Braña: «Lucha Leonesa. Furia y casta Leonesa/ han hecho de este deporte inmortal/ para orgullo del Pueblo/ que le dio su Identidad/ ¡¡Lucha Leonés!! Más beligerancia reivindicativa de la Leonesidad no cabe. Que tomen nota los que tratan de esconderla. Y desde el Ayuntamiento de León precisamente.