Una sesión con balón pone fin al segundo día del Madrid en Austria

El Real Madrid cerró su segundo día de entrenamientos en Irdning, con una nueva doble sesión en la que, tras la paliza matutina, el balón recobró protagonismo para concluir con un partido que se cerró con un golazo de Raúl Bravo. Sorprendidos por los 33 grados de temperatura con los que se iniciaba la sesión vespertina y cansados por la carga de trabajo matinal, los madridistas, con la única ausencia del lesionado Rubén González, protagonizaron una sesión de hora y cuarenta minutos con balón. A las 17.30 horas de una tarde soleada los jugadores comenzaron a hacer multitud de ejercicios con balón, con los que ensayaron todo tipo de golpeo -con interior, exterior y empeine- y remates de cabeza. Series rápidas bajo la supervisión del técnico Fabio Capello, rondos, ejercicios de explosión de velocidad y un partido final muy intenso, en el que por momentos se temió a la suspensión por la cantidad de patadas que se vieron, como ocurrió en uno de los últimos entrenamientos en Madrid. Dos protagonistas principales, de nuevo, Pablo García con una patada por detrás a Arbeloa y Thomas Gravesen, con dos entradas muy duras a De la Red. El partido concluyó con empate a tres goles. Gravesen, Baptista y el portero Casilla que actuaba de jugador marcaron para un equipo con petos, y Portillo, Borja y Raúl Bravo lo hacían para el rival. El más vistoso fue el de Bravo, que desde el costado izquierdo y a una distancia de 30 metros enganchó una volea que se coló por la escuadra de la portería defendida por Codina. Lo celebró como si de un partido oficial se tratase. En los estiramientos finales los rostros de los jugadores lo decían todo. Mucho cansancio y molestias físicas. Antonio Cassano mejoró de las ampollas que sufre en un pie y completó con normalidad el partido, pero Portillo acabó tocado muscularmente y solicitó la presencia del doctor Hernández. Para hoy está programada una nueva sesión doble de trabajo, que precederá al primer partido de pretemporada que disputará el Real Madrid mañana en Kapfenberg ante el Plymouth. La sesión matinal Con un intenso calor la plantilla saltó a media mañana a los campos de entrenamiento para divertirse con el calentamiento antes de afrontar lo realmente duro de la sesión: las cinco series de 1.200 metros que hicieron sufrir a todos los integrantes de la plantilla blanca. Tras la paliza, los jugadores regresaron agotados al hotel de concentración para comer, descansar y recuperarse para la sesión de la tarde.