Diario de León

Pereiro salva el liderato y Landis revive tras una épica escapada

El norteamericano, ahora favorito para alcanzar el podio, ha dado un vuelco a la ronda gala

Publicado por
Benito Urraburu - morzine
León

Creado:

Actualizado:

Óscar Pereiro continúa siendo el maillot amarillo de este Tour. Carlos Sastre ocupa la segunda posición. Todo parece igual que ayer, pero no es lo mismo. Vamos a disfrutar del presente, de lo que tenemos, sin pensar en el futuro cercano. En un mundo en el que, por lo general, el futuro no existe para muchas personas, el de Pereiro y Sastre será una contrarreloj de 57 kilómetros. Les sigue quedando un hilo de vida deportiva, y también una etapa de 197 kilómetros abierta a todas las tempestades del pelotón. Les espera el podio y eso siguen siendo palabras mayores. Landis ha tapado la boca a casi todos y, tras protagonizar una de esas gestas que sólo se pueden leer en papel sepia y ver en películas de blanco y negro, le ha dado otro vuelco, uno más, a esta loca edición de la ronda gala. El líder del Tour cuando salíamos de Bourg d¿Oisans, que perdía 10:04 con respecto a Rasmussen en La Tousuire, y parecía quedar fuera de la lucha por el triunfo, hizo ayer algo que no habíamos visto antes. Hay que remontarse a Luis Ocaña, Eddy Merckx o Bernard Hinault para ver a un corredor atacar de la forma en la que lo hizo Landis, que surgió de otro mundo. La carrera discurría tranquila en la ascensión al puerto de Les Saisies, cuando el equipo Phonak, que no está para muchos trotes, comenzó a imponer ritmo. Estiraron el pelotón, aceleraron, tensaron el grupo y Landis atacó. Se fueron con él, unos segundos, Sastre, Evans, Klönden y Rogers. Óscar Pereiro siguió a su ritmo, no pudo seguir a los de cabeza. Landis se quedaría solo y en el alto del puerto sacaba ya una ventaja de 3:25 al pelotón. El CSC, dormido Desde ese momento, lo que pudo verse dio la impresión de ser una película en la que había de todo. El héroe, Landis; el trabajador infatigable, Óscar Pereiro; el que no da tregua nunca, Carlos Sastre; el que no se aclara en el coche, el director del CSC, Kim Andersen; el que se deja la piel en la carretera, o el hígado, el Caisse d¿ Epargne, y el que no puede, Andreas Klöden. Pereiro y sus compañeros, Chente García Acosta, Zandio y David Arroyo, reventaron de tanto trabajar, llevando a su rueda a ciclistas que no les daban ni un solo relevo. Eusebio Unzue intentaba encontrar ayudas, pero se topó con todas las puertas cerradas. «El T-Mobile me dijo que Klöden no iba bien, y era verdad. EL CSC (Kim Adersen) me dijo simplemente que no», se quejó amargamente el director navarro. Y así, mientras Landis acumulaba minutos, llegando a acumular 9:05 en el kilómetro 145, el líder volvía a dar a la cara, a mostrar que tiene garra, nervio. «No hemos tenido colaboración de nadie y al final no hemos podido hacer más. No puedo pensar en si lo que han hecho otros ha estado bien o mal. Allá cada cual con su conciencia», señaló Pereiro. A lo Merckx El gallego pudo mantener esa privilegiada posición con 12 segundos sobre Sastre y 30 con respecto a Landis, y comentó que resulta especialmente gratificante mantener «el amarillo después de que mis compañeros se dejasen la piel sobre el asfalto». Landis quería ganar este Tour economizando energías, siguiendo el modelo implantado por Miguel Induráin, y lo va a hacer de la forma y manera en que maniobraba otro grande, Eddy Merckx. «Desde el primer día me hubiera gustado poder ganar el Tour de la forma en la que lo hacía Merckx, pero no podía. Yo no soy Merckx, por eso pensaba en guardar fuerzas hasta que me pasó lo de La Toussuire. Me he visto obligado a atacar a lo Merckx» señaló el, a priori, gran favorito para ganar esta Tour. En la subida al Joux Plane, Sastre atacó para quitarle tiempo a Pereiro; el líder aguantó para lanzarse en la bajada. Redujeron la diferencia que llevaba Landis cuando antes del puerto trabajaron el CSC y T-Mobile. Era demasiado tarde para amortiguar el estropicio que estaba haciendo el americano, que consumió cerca de 30 bidones de agua. Estuvo 123 kilómetros fugado. En Morzine, Sastre perdía 5:42 y Pereiro 7:08, más los 20 y 12 segundos de bonificaciones. Todo se va a jugar en 57 kilómetros. La carrera sigue viva.

tracking