La veteranía de Higuero y Casado puede acercar a Gallardo al podio

El segundo ataque en oleadas del equipo español llegará hoy. Dos tríos de postín saltarán a la pista con diferente ambición. Primero, por la mañana, 10.10 horas, auténtica madrugada para un deportista, serán los obstaculistas. Antonio Jiménez «Penti», José Luis Blanco y César Pérez no deben tener problemas en meterse en la final. Por la tarde, 19.20 horas, en plena efervescencia de la sesión vespertina, se desatará la gran batalla del mediofondo, la final de los 1.500 con los tres mosqueteros españoles confiados en sus posibilidades. Que las tienen. Juan Carlos Higuero, Arturo Casado y Sergio Gallardo se despertarán en la soleada Gotemburgo, trufada de nórdicos de piel tostada, exprimiendo la estación de tregua, con un gusanillo por dentro. No les dejará hasta que suene el disparo. A partir de ahí, cruce de floretes. No hay amigos. No hay hermanos de bandera. Y a esta lucha fratricida se sumarán el ucraniano de acero, Ivan Heshko, y el indómito francés Mehdi Baala. Ambos quieren irrumpir en la pelea-fiesta española para hurtarles el protagonismo en el día que se cumplen doce años del récord de los Campeonatos que logró Fermín Cacho en Helsinki'94. Los cinco protagonistas, además, son los cinco finalistas mejor clasificados en el ranking europeo. No se espera a nadie más. Pero la gran duda es saber quién se colgará la medalla de oro. Hay cuatro que parecen capacitados. Aunque todos tienen su pero. El inquieto Higuero, pletórico de fuerzas en las vísperas de los campeonatos, dio la sensación de no poder aguantar el pulso que Baala le echó en últimos 200 metros de las semifinales. El francés, imponente el lunes, puede haber llegado algo justo para defender su título. A Heshko, que parece imbatible por momentos, le ocurre lo contrario que a Baala y puede haber alcanzado este puerto excesivamente desgastado. Mientras que Arturo Casado es una incógnita. Es un excelente competidor, pero tampoco hay que excederse. A pesar de su soberbio 2005, aún le faltan horas de vuelo. El berciano, sin presión Y un escalón por debajo, al menos en apariencia, está Sergio Gallardo, aunque el leonés, que prepara su salto a los 3.000 m. obstáculos, es el único que correrá despojado de la presión de los favoritos. Ya ha mostrado, además, de lo que es capaz. Quinto en los Mundiales de Moscú, el pasado invierno, fue segundo en los Campeonatos de España y ganador de los 1.500 del Grand Prix de Londres. Los 3.000 m. obstáculos no se presentan mucho más abiertos. Tres españoles, de nuevo, antes tres presumibles rivales: el francés Bob Tahri, el holandés Simon Vroemen, plusmarquista europeo, y el más joven, el sueco Mustafa Mohamed. Las semifinales deben ser rutinarias. Después ya llegará el momento de pensar en las medallas y hasta de copar el podio. Que todo es posible. Penti parte como favorito Los tres españoles salen de moldes diferentes. Penti, favorito para retener su título continental, es el chistoso del grupo. El sevillano, bromista, discurso interminable, gracejo andaluz, está encantado con su rol. Ha ganado casi todo lo que ha corrido esta temporada, lidera el ranking europeo y defiende su cetro. «Yo soy el primero que tiene ganas de colgarse la medalla antes de tiempo, pero no es fácil, luego sales y has de tener 40 ojos para vigilar a todos tus rivales». José Luis Blanco, afianzado ya en la terna española de los grandes campeonatos, es el estrafalario del equipo. Pelo teñido, pendientes, tatuajes, y sorpresas. Sobre todo, sorpresas. Para esta ocasión ha preparado unos calcetines revolucionarios. O eso dice él. El catalán ha inventado unos, largos, llamativos, envueltos en un gel que evita que entre el agua y que, de paso, protege el tendón de Aquiles, el sóleo y los gemelos, los puntos débiles de los obstaculistas. Su cabeza no para y no se detiene, ni mucho menos, ahí. También ha urdido un plan para que no le impacte correr ante 42.000 espectadores. «Como no estoy acostumbrado he estado yendo todo el año a ver los partidos del Barça y así te vas metiendo en el ambiente», explica Blanco. El resto de españoles El tercer aspirante, el novato, nada tiene que ver con sus compañeros. César Pérez es más apocado, más sereno, menos llamativo. Quizá porque valora más las cosas. Algo que aprendió cuando hizo la maleta y se marchó al sur de Texas, donde estudió siete años la ciencia del movimiento y compartió habitación con el alemán Damian Kallabis. La actuación española la completarán Naroa Agirre y Dana Cervantes (pértiga), Josué Mena (200), María Vasco, María José Poves y Beatriz Pascual (20 km marcha), José María Romera e Iván Rodríguez (400 m vallas) y Carlota Castrejana (triple).