Malas perspectivas ante la media veda en León, que se abre el día 15

El próximo martes, día 15 de agosto, se abrirá la media veda en la provincia de León. Si bien algunos cotos de montaña, donde se caza preferentemente el jabalí, no abrirán esta media veda, una gran mayoría de aficionados esperan con impaciencia la apertura, pues no en vano esta modalidad de caza, cuando hay codornices, resulta sumamente divertida, ya que se disparan muchos tiros y el cazador disfruta con el trabajo del perro. La extrema sequía que se viene padeciendo por segundo año consecutivo hace que la temporada de codorniz, principal especie cazable, se presente bastante incierta. Los calores excesivos y la falta de humedad han desalojado a la pequeña gallinácea de las rastrojeras de secano, muy menguadas, y las han empujado hacia zonas más frescas y húmedas. Hasta que no se produzca un cambio de tiempo y las aves más desarrolladas inicien movimientos hacia el sur y se instalen provisionalmente en los secanos antes de iniciar su larga migración, no mejorará en los tradicionales secanos. En el regadío la cosa es diferente. En estos días se está finalizando la cosecha del trigo en estas zonas y todo apunta a una buena temporada, pues es rara la finca donde no se levanta alguna pollada. También, y a la caída de la tarde, el canto de las codornices se deja oír de forma clara en los bordes de los maizales y de los campos sembrados de alfalfa. Una especie muy adaptada Las codornices, que se instalan en la meseta entre abril y mayo, vienen sacando su primera pollada a mediados de junio. El crecimiento de los polluelos, siempre que tengan suficiente alimento, resulta espectacular, de forma que en un mes están prácticamente desarrollados. Su alimentación consiste básicamente en granos de gramíneas, brotes tiernos de hierba o alfalfa y muchos insectos. La falta de agua no les afecta en principio, pues son capaces de beber las gotas de rocío matinales, pero sí influye en la mengua de insectos y de vegetación necesaria para su protección. A partir de mediados de agosto, si el tiempo refresca, las codornices que han alcanzado suficiente desarrollo comienzan a desplazarse hacia zonas abiertas con abundantes rastrojeras para emprender su largo viaje. Las polladas tardías, o las aves que no se han desarrollado de forma adecuada, pueden permanecer todavía un par de meses más, incluso en ocasiones se abre la veda a finales de octubre y los cazadores se ven sorprendidos por la presencia de numerosas codornices que todavía en esa época no se han ido. Un mal precedente El pasado año la media veda tampoco presentaba buenos augurios en las zonas de secano, donde se cosechó pronto y se retiró la paja, con lo que las pocas polladas que había se quedaron desguarnecidas. Las previsiones se cumplieron salvo en algunas zonas en las que, extrañamente, había codornices. Este año sucede lo mismo, con el agravante de que la sequía es pertinaz, pues estamos ante un segundo año consecutivo. En los regadíos, sin embargo, parece que nos encontramos ante una temporada normal. Además y en esta campaña, ha aumentado ligeramente la superficie de trigo en detrimento del maíz, lo que permite cazar mucho mejor. Es posible, sin embargo, que si llueve algo y refrescan las temperaturas las codornices se repartan y en estas primeras jornadas se encuentren ya en las rastrojeras del sur de la provincia. El problema será que con poca paja apenas aguanten la postura del perro y se arranquen largas. En todo caso siempre resulta imprevisible y será a partir de estos primeros días cuando los aficionados y los cotos comiencen a hacer balance. Pese a que suele estar prohibido sacar los perros al campo antes de iniciarse la temporada, muchos aficionados incumplen esta norma para ir habituando al can y comprobar de paso si hay codornices. Pues bien, si nos fiamos de las opiniones parece que hay muy pocas. El día 15, ,martes, festividad de Nuestra Señora de la Asunción, y a la vista de los resultados, se confirmarán o no la malas perspectivas que se anuncian para la provincia.