Diario de León

España se deshace sin piedad de Panamá y hoy espera a Alemania

Gasol y el banquillo siguen creciendo en un equipo que se dosifica aunque con autoridad

Jorge Garbajosa pugna con el panameño Michael Hicks por el control de un balón

Jorge Garbajosa pugna con el panameño Michael Hicks por el control de un balón

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Amador Gómez - hiroshima
León

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El día antes de luchar por el liderato de grupo ante Alemania, España no tuvo piedad de Panamá. La selección de Pepu Hernández confirmó su ambición, carácter y variedad de recursos para arrollar a un equipo que ya es de por sí débil, pero que encima se ha cruzado con Gasol y compañía en el peor momento. El de Sant Boi creció en este cómodo duelo, al igual que los suplentes de una selección que se dosificó para retos de mayor envergadura, pero sin ningún tipo de conformismo. El único contratiempo fue la lesión de Juan Carlos Navarro, que se resintió de sus problemas en el talón derecho. En cualquier caso, se puede confiar en cualquier jugador de esta selección española que ha propinado la mayor paliza del Mundial hasta el momento, con un juego consistente, práctico y veloz. Porque al contrario que frente a Nueva Zelanda, España sí pudo correr ante Panamá. Con una defensa que no da un respiro, dominio absoluto bajo los aros -aun sin Felipe Reyes-, presión y continuos robos de balón (23 pérdidas del rival), España intentó dar espectáculo en una segunda parte en la que los jugadores de banquillo, al igual que Gasol, tuvieron momentos brillantes. El astro de Memphis, con un dominio insultante ante Rubén Garcés, ya se bastó en la primera mitad para machacar a Panamá, sólo con un punto menos en ese periodo que todos los que anotó en el debut, y con un rebote más. Gasol, junto a Garbajosa y Navarro, dejaron en los primeros minutos el camino abierto para un triunfo que estaba asegurado antes de jugar, aunque no se esperaba tanta contundencia. Ganar a Panamá por 20 puntos quizás era lo más lógico, pero ya al inicio del último cuarto la ventaja llegó a los 30 (44-74) y se incrementó sin freno con el grandísimo rendimiento de Berni Rodríguez y Rudy Fernández, que disfrutaron y respondieron a la confianza del técnico. Panamá acabó rendida ante la máquina española. Festival de Berni y Rudy «Es una exquisited ver al equipo español», reconoció camino de los vestuarios el técnico de los panameños, el argentino Guillermo Vecchio, tras comprobar que España está preparada para luchar con garantías por lo máximo en Japón y que tiene en Gasol un seguro de vida, aunque no es el único. Esta vez ni siquiera fue preciso que Garbajosa jugase a un alto nivel. Incluso a Pepu Hernández deben de haberle surgido las dudas con el segundo base, porque Sergio Rodríguez y Carlos Cabezas se sumaron con decisión y desparpajo a la fiesta y no desperdiciaron la ocasión para ganarse más crédito. Marc Gasol no tuvo sin embargo tanta suerte. Cometió muy pronto su tercera personal, con 11-28 al comienzo del segundo cuarto, y no pudo alternarse en la rotación con su hermano. Pepu se permitió el lujo de hacer jugar a todos muy pronto, cuando el partido sólo marchaba 18-34. Muy temprano se acabó la emoción, pero el entrenamiento sirvió para confirmar que el rodillo sigue funcionando y que los 11 tienen su cuota de protagonismo. El único pero fueron los triples (11 de 29), aunque lo de Panamá fue de escándalo: 1 de 14. Después llegó el momento para que los que no son titulares se soltasen, y con Gasol descansando, no hubo respiro para Panamá. Berni y Rudy -junto a Cabezas, Mumbrú y Jiménez, ejerciendo de ala-pívot por necesidad-, sellaron así su festival particular. El aviso está lanzado.

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