España asume su papel de favorita contra la campeona

Llegada la hora de la verdad, España ha asumido el papel de favorita en el partido de octavos de final de hoy ante Serbia y Montenegro, vigente campeona mundial, que sólo pudo clasificarse cuarta en su grupo, con dos victorias en cinco choques. «No pesa la condición de favoritos, tenemos que demostrar que nos enfrentamos unos líderes de grupo contra unos cuartos, no me preocupa ese papel, lo que me interesa es competir de verdad», afirmó Pepu Hernández la víspera de un duelo que medirá a la mejor generación en la historia del basquet español frente la peor hornada balcánica de las últimas décadas. «Somos los favoritos, ellos han acabado cuartos porque no han jugado bien, aunque tendremos que tener mucho respeto», se sumó Juan Carlos Navarro. Ya el jueves Pau Gasol había sentenciado: «Si Serbia ha sido cuarta será por algo, y por mi cabeza no pasa perder un partido del Mundial en octavos». España se aferra sobre todo al conocimiento que ha adquirido de Serbia, equipo al que ha superado con claridad en dos recientes ocasiones durante la preparación, en el que mantiene intactas sus aspiraciones a conquistar su primera medalla mundialista. Pero esos triunfos se produjeron en amistosos, y lo de este sábado es un choque en toda regla que llega más pronto de lo previsto: el equipo español quería un rival cómodo para octavos, pero le espera un enemigo peligroso e inesperado. «Lo que se puede leer en las caras de los jugadores es que sabemos lo que significa este partido, que esta es la fase buena y seria, que nos lo estamos mereciendo y que sabemos jugar», dijo Hernández. Lo cierto es que a lo largo de ayer aumentó la sensación de tensión que transmitían los jugadores, que dejaron en Hiroshima todo atisbo de euforia. «La verdad es que no esperábamos a este rival en octavos, hay que tener mucho respeto», dijo Navarro. «Si queremos hacer algo grande hay que ganar a cualquiera», comentó Calderón, que hace dos días proclamaba ufano: «Si toca Serbia, peor para Serbia». También pudo haber influido en el ánimo de los jugadores las dudas en torno a la presencia de Felipe Reyes ante los balcánicos. El pívot cordobés se resintió de su lesión por un golpe recibido en el trámite ante Japón. El médico de la selección admitió que la lesión de Reyes «no está superada totalmente» tras haber forzado ante Japón. El pívot, ansioso por reaparecer, no participó en la sesión de ayer y hasta minutos antes del partido no se le hará una prueba definitiva para decidir si puede jugar o no. Sin Reyes aumenta el trabajo y la responsabilidad para Pau Gasol, su hermano Marc y Jorge Garbajosa, también Carlos Jiménez y Alex Mumbrú, que ya han jugado de «cuatro», se tendrán que multiplicar en las tareas bajo los aros. Por la parte serbia podría perderse el encuentro el pívot Askrabic, lesionado en un tobillo. El temible escolta del Tau Igor Rakocevic y el pívot Darko Milicic (2,12 metros) son las grandes bazas ofensivas de la selección balcánica. Aunque Pepu Hernández añade otros peligros: «Ojo con el base (Avdalovic) y sus penetraciones. Y con Popovic y los otros aleros, que si tienen el día te pueden sorprender». Hora: 13.00 horas. (La Sexta) Cancha: Saitama Super Arena de Tokio..