Los tiros libres sitúan a Lituania en la siguiente ronda como rival de los de Pepu

Arvydas Macijauskas apareció en el último cuarto y acabó el partido con 15 puntos (tres de cinco triples), mientras que Darjus Lavrinovic logró un palmeo increíble a falta de dos segundos para firmar el 68-71 definitivo. Pero no fueron sus estrellas, fueron los tiros libres los que, en un final de infarto, llevaron a Lituania a cuartos de final, donde se tropezará con España. Italia, subcampeona olímpica, vuelve a casa. Los errores desde la línea de tiros libres fueron continuos en el tramo final de partido, y acabaron por condenar a los transalpinos. A sólo seis décimas de la bocina, la estrella del equipo, Gianluca Basile, tuvo la oportunidad de forzar una prórroga. Pero el base del Barça falló sus tres lanzamientos e Italia quedó eliminada con una dolorosa sensación de ridículo, porque había logrado llevar el partido donde más le gusta: Lituania ganaba de 10 a cuatro minutos y medio del final (56-66), pero se vio sometida a una agonía también por culpa de los tiros libres y los italianos se pusieron a uno (68-69). Muchos nervios El partido parecía irreal, porque los nervios también afectaron en los momentos decisivos a la siempre fría Lituania, que quiso emular a Italia y dio al encuentro una emoción inesperada cuando tenía todo a su favor sin necesidad de sufrimiento. En los últimos siete segundos sólo entró un tiro libre de 11 intentos, y los italianos fallaron los siete de los que dispusieron, con Basile como principal protagonista. La estadística dejó tras los 40 minutos de partido 6 de 19 para Italia (32 por ciento) y 19 de 30 para Lituania (63 por ciento), aunque la verdadera clave del triunfo del equipo liderado por Macijauskas fue ese disparatado duelo final de fallos inexplicables.