Por fortuna no se registró ningún incidente durante la parte final de la etapa de ayer
Hace unas semanas que se puso en peligro la normal celebración de la etapa de ayer con final en El Morredero. Los vecinos de San Cristóbal de Valdueza habían amenazado con cortar el paso de la serpiente multicolor si el agua no llegaba a sus hogares. El Ayuntamiento tomó cartas en el asunto para arreglar la situación y ayer hubo agua en San Cristóbal porque además el líquido elemento se hacía más necesario que nunca, al menos para ser ingerido con el fin de mitigar el calor. Pero más que agua se vio ayer en San Cristóbal mucho vino y más cerveza. Es la última localidad antes de alcanzar la cumbre y muchos aprovecharon para celebrar allí su almuerzo, ya fuera con ánimo de permanecer a pie de carretera en la misma localidad durante el paso de los corredores o bien para hacer «parada y fonda» antes de continuar con una ascenso de diez kilómetros más hasta la misma línea de meta. Ni en San Cristóbal ni en ningún otro lugar hubo incidencia alguna que lamentar y eso es lo mejor.