Diario de León

El ciclón Ernestoanula el Flushing Meadows y obliga a llevarlo al 11-S

Tommy Robredo sigue pisando fuerte en Estados Unidos

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P. Leyva - nueva york
León

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La tormenta tropical Ernesto, que desde la noche del viernes azota el norte de la costa este de Estados Unidos, fue el gran ganador del Abierto de tenis de Nueva York, cancelada completamente a causa de intensas lluvias y fuertes ráfagas de viento. La sexta fecha del último Grand Slam del año contemplaba 30 partidos de dobles y 20 de sencillos, ninguno de los cuales pudo ni siquiera comenzar. Los organizadores del evento informaron que los encuentros de esta fecha serán adecuados en otros días del calendario del evento, que reparte 18,5 millones de dólares. La noche del viernes los dirigentes del torneo se vieron obligados a suspender dos partidos de individuales y varios de dobles, con la esperanza de que el día mejorara el sábado, pero fue todo lo contrario. El ciclón Ernesto, después de afectar los estados de Carolina del Sur y Virginia se subió hasta Nueva York y además de vastas zonas inundadas y dejar a 450.000 personas sin electricidad, de acuerdo a las autoridades locales, convirtió las pistas de cemento de Flushing Meadows en verdaderas piscinas. En los pocos respiros que dio la tormenta, algunos jugadores se atrevieron a salir a las canchas de entrenamiento, algo que compensó un poco a los miles de aficionados que habían abonados sus entradas para esta fecha. Empero, los osados apenas pudieron dar dos o tres raquetazos cuando la lluvia los obligó a buscar refugio de nuevo. En la madrugada del sábado al domingo se anunció la cancelación definitiva del programa y el público, cargado de souvenires comprados en las caras tiendas de Flushin Meadows, comenzó el desfile de salida. Algunos de los frustrados probarán a ver si tienen mejor suerte el domingo, fecha en la que está prevista jueguen algunas estrellas como los estadounidenses Andre Agassi y Lindsay Davenport, el español Rafael Nadal y el argentino David Nalbandián. No es la primera vez que la lluvia afecta al US Open, aunque ninguno de los organizadores actuales recuerda que los retrasos o cancelaciones hayan sido por una tormenta. En fecha tan lejana como 1908 el torneo debió comenzar con cuatro días de atraso también por las lluvias. Los responsables actuales están rezando para que ahora no se retrase demasiado y ocurra lo mismo que sucedió en la final de 1987 que jugaron el estadounidense Ivan Lendl y el sueco Mats Wilander, quienes comenzaron un domingo y terminaron un lunes. Temor de los neoyorquinos De ocurrir lo mismo, la final del US Open-2006 se jugaría el lunes 11 de septiembre, una fecha en la que la mayoría de los neoyorquinos prefieren quedarse en casa tras los atentados terroristas ocurridos en fecha en 2001. En el fondo, todos temen otro atentado islamista para recordar esa fecha.

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