Rubén y Fran destapan su magia para rubricar un triunfo histórico (2-0)
El maragato pasa a la historia como el primer goleador de la Deportiva en Segunda División El técnico del Racing de Ferrol acertó con la estrategia
La Sociedad Deportiva Ponferradina consiguió con todo merecimiento su primera victoria como equipo profesional ante el Numancia de Soria. Pichi introdujo una variente en la línea medular que ya usó en varias ocasiones durante la pasada campaña. Asier Salcedo pasó a ocupar plaza en la línea medular junto al catalán Dani Borreguero. Así Raponi se situaba en su hábitat natural por el costado zurdo y Fran caía por la derecha, como de costumbre. Atrás no hubo sorpresas. Goiko por su parte puso a los cinco defensas que ya se intuían. Ortega, Jaio y Tarantino se movían en la parcela central de la zaga con Juanra y Beranger por los laterales. Palacios iba por delante de todos, más una línea de tres con Julio Álvarez de director escoltado por Del Pino y Juan Carlos Moreno. Arriba el nipón Fukuda. Rubén abre pronto la lata Salió el Numancia con más determinación en los primeros compases mientras que los locales dejaban sus opciones ofensivas buscando en largo a Rubén Vega. En una de sus llegadas por la derecha a punto estuvo Salcedo de conectar un buen cabezazo que finalmente fue interceptado por la zaga y el meta visitantes. Poco después, Raponi es objeto de falta en banda izquierda y hasta allí se encamina Diego Ribera para poner el balón en juego. Su centro medido toca en la cabeza de un defensor y eleva el cuero lo justo para que Rubén Vega peine a la red después de golpear en el palo. Fue el delirio en El Toralín pero todo el mundo, pese a la inevitable alegría del momento, no ignoraba que aún restaban muchos minutos por delante. Como se esperaba, el Numancia se hizo con el control de la pelota y del propio partido, aunque la Deportiva no renunciaba a dar la puntilla en alguna contra. Era el de los sorianos un dominio poco efectivo porque Rubio no pasaba por agobio alguno y hasta se permitía controlar el balón con el pecho haciendo alarde de confianza en sus propias fuerzas. La Deportiva cedió metros al rival, sintiéndose cómoda en ese papel de equipo dominado. El público había pedido penalti después de un trallazo de Raponi que rechazó con las manos Egoitz Jaio pero el trencilla asturiano estimó que no hubo intención en el lance. El partido iba bien encarrilado pero empezaba a ser preocupante la gran cantidad de faltas que Piñeiro cobraba para el Numancia en los aledaños del área local. Por fortuna, Julio Álvarez, que es algo así como Diego Ribera en el bando rojillo, no estaba atinado a la hora de colocar la pelota hacia sus compañeros de vanguardia y por ahí no parecía factible que el Numancia pudiera hacer daño. La única ocasión de verdadero peligro en un golpe franco llegó con una decisión errónea de Piñeiro Crespo cuando señaló falta en la frontal después de que Borreguero golpeara a Juan Carlos Moreno cuando iba a despejar y el soriano se anticipó viniendo de atrás. Julio Álvarez hizo volar a Rubio que se lució buscando la foto. Infrucutoso dominio soriano La estrategia de Pichi contemplaba lo que estaba sucediendo durante la primera parte, aunque quizó echó en falta algo más de mordiente en las contras porque la Deportiva, a excepción del gol hizo muy poquitas cosas más. Que el Numancia tuviera el balón no era preocupante viendo que apenas llegaba con peligro. Pichi siempre dice que cuando el rival tiene el balón a cuarenta metros de la portería no hay ningún problema pero aquello empezaba a resultar arriesgado. Quizá la entrada de un centrocampista de corte defensivo, al estilo de Úriz o Gorka lo hubiera agradecido el equipo. En cualquier caso, ya no hubo más incidencias reseñables en el primer tiempo y Piñeiro Crespo decretó el final con un minuto de descuento. Nada más reiniciarse el choque, Egoitz Jaio le dejó la «tarjeta de visita» a Diego Ribera. La falta acarreó amonestación pero no le hizo daño a Juan Pablo. La réplica del Numancia llegó cuando Palacios agarró un potente chut desde fuera del área que lamió el travesaño de Rubio. Fran pone la grada patas arriba Está claro que esta temporada se van a vivir momentos apasionantes pero ya ayer hubo un mágico cuando se llevaban cinco minutos de la reanudación. Uno de los hombres más queridos por la afición local, si no el que más después de lo sucedido en Alicante, decide cabalgar en solitaro contra el marco de Juan Pablo tras deshacerse de tres contrarios. Para resolver otra oposición de un rival se apoya en Diego Ribera (qué mejor socio para eso) con el fin de tirar una pared de libro que deja al zamorano con todo a favor para superar con una sutil vaselina la desesperada salida de Juan Pablo. Ese fue un gol de Primera División que se puede ver en El Toralín gracias a la genialidad del héroe blanquiazul Fran Domínguez de los Ríos. Después el Toralín se entregó al equipo, rugiendo como nunca y haciendo que el público botara al unísono. Eso fue antes de que se helara el ambiente durante unos instantes porque Palacios, capitán numantino, llevó el balón a la red de Rubio, pero lo hizo con la mano, algo que felizmente detectó Piñeiro Crespo. Tarjeta amarilla y otra cosa. Pero el partido estaba de cara para los locales y hasta Chupri se animó a hacer una de las suyas. Este chico siempre sorprende. Se zafó de cuatro rivales y ganó la línea de fondo aunque luego centró de forma deficiente. La gente disfrutaba como en la pasada fase de ascenso y en esa situación casi marca Diego Ribera después de que un mal despeje de Juan Pablo se estrellara contra su cuerpo. En eso llegó el recital del guardameta madrileño de la Ponferradina que abortó en dos ocasiones prácticamente consecutivas el gol del Numancia. Los de Goiko estaban enrabietados y buscaban reducir diferencias. El primer intento fue de Palacios, que peinó casi como hizo Rubén en el primer tanto local, pero encontró la felina intervención de Rubio para sacar una mano que mandó el cuero a la esquina. Desde allí bota el Numancia y esta vez sería el japonés Fukuda, que tuvo más voluntad que acierto, para cabecear un balón en el primer palo que otra vez Rubio despejó a córner. La mejor jugada del Numancia llegó al cuarto de hora de la continuación y fue culminada por Juan Carlos Moreno, que cruzó en exceso con la zurda y la pelota salió pegadita al segundo palo. Después volvió a la carga el Numancia con un disparo raso que permitió el enésimo lucimiento de Rubio. Era un partido de ida y vuelta, si bien los sorianos seguían teniendo más posesión de pelota. Para sembrar la incertidumbre en las filas enemigas, Rubén Vega tomó el balón en la media cancha y se lanzó al monte contra la defensa que vio cómo el maragato ganaba la posición para llegar ante Juan Pablo. Trató de batirle con un disparo cruzado pero el meta desvió lo justo y el balón quedó muerto a pies de Juanra que terminó por abortar el peligro mandando a córner. Rubén Vega, Diego Ribera y Raponi abandonaron el campo como verdaderos héroes, tomando el relevo Guille, Úriz y Risso. Los últimos minutos fueron de tranquilidad porque el Numancia era consciente de que la remontada era imposible. Un cabezazo de Rafa fue todo su caudal en este tramo. Al final ovación de gala al equipo por una victoria que ya es histórica.