Derrotas mínimas

DIRÍASE -a tenor de los resultados- que la jornada fue amarga, tanto para Ademar como para la Cultural. Sin embargo, las diferencias mínimas, el buen hacer de ambos y circunstancias influyentes negativamente en los choques dejan un sabor agridulce en los aficionados, el amargor de las derrotas y el dulce de las buenas actuaciones tenidas por los dos equipos quienes tuvieron enfrente a dos rivales difíciles y complicados. Siguiendo el orden cronológico, diremos que Ademar jugó a un gran nivel ante un Ciudad Real que tuvo que emplearse al máximo de sus muchas posibilidades para inclinar, «in extremis», de su lado la balanza del triunfo. Mala suerte en el lance que privó del concurso de Garralda, quien, por calidad, veteranía y recursos, es -o al menos se espera de él- un buen porcentaje del valor del equipo. Mala suerte en el lance que provocó una lesión-fractura de los huesos de la nariz- que le van a tener alejado de las canchas unas tres semanas. Mala suerte para él y para el equipo. Y mala suerte también, en determinados y puntuales lances del partido. Así discutidas - y discutibles- decisiones arbitrales cuando, en el minuto veinte, Ademar se había destacado en el marcador, a pesar de que en tal momento ya no estaba Garralda. Rigurosas exclusiones y un gol, perfectamente válido y anulado, influyeron en la marcha del partido. Ítem más, cuando apenas faltaba un minuto y la renta era de un solo gol, Ademar tuvo en su poder la posesión para intentar un empate que hubiera puesto un punto de oro y la guinda a la tarta de su buena actuación. Con todo, el buen hacer, alimentado por la garra y el coraje (características que definen la identidad del Ademar) demostrados remontando cinco goles en las postrimerías del partido, dejaron una excelente impresión en los aficionados que, con su presencia masiva, dieron fe de su fidelidad. Ahora toca ganar hoy al Antequera para luego afrontar, con el mismo coraje y calidad mostrados y demostrados el sábado, la visita del Barça. ¡Lástima que no pueda estar Garralda!. La Cultural dejó una excelente impresión ante el Palencia, líder destacado e imbatido. No regresaron satisfechos de la actuación arbitral los culturalistas. No cabe duda que la exclusión de Pablo Suárez al borde del descanso, fue factor influyente en la marcha del partido.