Los jugadores de la Ponferradina demuestran tener salud de hierro Fremap pondrá sus medios al servicio de la Deportiva

La plantilla de la Sociedad Deportiva Ponferradina tuvo ayer un día ajetreado. Hubo doble sesión de entrenamiento y entre ambas los jugadores se pasaron por el Hospital de la Reina con el fin de someterse a un control médico en las instalaciones que Fremap posee en dicho centro sanitario. En esta ocasión se trataba de controlar el estado de los futbolistas mediante un electrocardiograma y también la capacidad pulmonar del equipo. Después de las pruebas a las que fueron sometidos, todos demostraron atravesar por una excelente condición en ambos aspectos, si bien los resultados definitivos se conocerán con más detalle en los próximos días, tal y como anunció el doctor Bodelón, presente en la citada revisión médica. También se han efectuado pruebas de audiometría y un control de visión a la plantilla, sin que se registara ninguna anomalía al respecto. La única anécdota llegó en el turno de Rubén Vega que usa gafas, como es bien sabido, por lo que comentó a la hora de realizar la prueba de visión ante una serie de caracteres que iban apareciendo ante sí: «Con las lentes se ve estupendamente». El apartado médico era un aspecto que en el club no se tenía suficientemente cubierto años atrás pero ya en la época de Miguel Ángel Álvarez Tomé se establecieron controles periódicos de este tipo para conocer al detalle el estado físico de los futbolistas y por fortuna ahora se sigue en la misma dinámica. No podría entenderse que un equipo profesional, o incluso un equipo de Segunda División B, como lo era en el pasado, tuviera descuidada una parcela esencial como esta. Para poder realizar el control de la forma más fluida posible, los futbolistas fueron repartidos en grupos de cuatro unidades con el fin de evitar esperas tediosas en el centro sanitario. Una vez concluidas las pruebas, se fueron reincorporando al entrenamiento físico decretado por Pichi Lucas. Trabajaron en doble sesión quizá para recuperar la abstinencia de trabajo decidida por el propio entrenador después del larguísimo desplazamiento del domingo desde tierras murcianas. Ahora mismo la enfermería blanquiazul sólo cuenta con dos inquilinos, como son el lateral derecho Toñín, cuya reaparición todavía deberá esperar y el centrocampista asturiano Nacho Fernández que deberá aguardar a la próxima semana para poder reincorporarse al trabajo colectivo por hallarse en el tramo final de su recuperación. Ayer ambos estuvieron trabajando sobre el terreno pero al margen del equipo. El resto del plantel se ejercitó sin ningún contratiempo. Por la mañana cargaron más el trabajo hacia la preparación física, si bien el balón estuvo presente en los ejercicios. Por la tarde ya se ejercitaron en aspectos tácticos.