Aragonés se la juega sin Raúl El capitán «volverá a la selección» Luis: «Yo soy lo de menos. Por el banquillo de la selección ya han pasado muchos» Raúl: «Apoyaré con toda mi alma a la selección porque es lo más importante»
El delantero madridista se cae por primera vez, sin estar lesionado, de una convocatoria de la selección desde que debutara ya hace diez años en Praga bajo las órdenes de Clemente
Raúl no estará en el decisivo partido que la selección española disputará en Suecia, el próximo 7 de octubre, ni tampoco en el amistoso que tendrá lugar cuatro días después ante Argentina, en Murcia. Justo en su momento más crítico, tras un amago de dimisión, de la debacle de Belfast y cuando afronta un «match ball» personal, Luis Aragonés lanzó un órdago y prescindió del capitán y máximo goleador en la historia de la selección. El técnico se cargó a Raúl sin comunicárselo antes en persona, ni siquiera a través del teléfono. Argumenta que sólo conversa con los lesionados y que no era cuestión de hacer excepciones. Para tomar esta determinación, la de más calado en sus dos años largos de mandato, dice que se amparó en los informes de sus colaboradores y que apenas dudó. De nada sirvieron los dos goles que el capitán blanco marcó al Dinamo de Kiev porque, según Luis, «un partido no cambia nada». El de Hortaleza ya había dictado sentencia al regreso de Irlanda del Norte, cuando conversó con el delantero madrileño durante casi una hora, en el bar de un hotel. Hasta que ayer ofreció su lista más morbosa en Las Rozas, Luis se guardó el secreto. Lo anunció para todos a la vez, en una esperada conferencia de prensa en la que estuvo muy a la defensiva, con la voz entrecortada y tembloroso. Garantizó que nunca ha tenido problemas de convivencia con Raúl, ni con nadie en la selección, y aseguró que no estuvo a punto de echar a dos jugadores en el Mundial. Sin revolución También se cayeron de la lista Joaquín, a quien no ve en su mejor momento, Pernía, suplente de Antonio López en el Atlético, y el céltico Oubiña, además de los lesionados Marchena y Salgado. Pero recupera al deportivista Capdevila, damnificado en la lista mundialista en beneficio del ahora marginado Pernía, y echa mano del valencianista Angulo. El veterano entrenador elude hablar de revolución porque, entre otras cosas, no cree que existan en el fútbol. También rechaza de plano que haya un antes y un después de Belfast. Además de la ausencia de Raúl, la otra gran noticia es la reducción de 22 a 18 hombres. No por el número sino por el cómo. El caso es que Luis, hasta ahora convencido de que lo idóneo era poder contar con dos equipos completos para entrenar, ha cambiado de opinión. Según justifica, lo hace porque ahora cree que con menos gente se consigue «más compromiso, más unión». Además, considera que con menos futbolistas en la concentración es más difícil que al técnico se le escapen los detalles. Del mismo modo, publicitó que Vicente iba a ser citado, pero que el propio futbolista le llamó para decirle que aún no estaba al cien por cien. Las palabras del seleccionador tienen trampa. Si España gana en Suecia sin el capitán, no hay por qué discutir la ausencia. Si el equipo pierde, la decisión recaerá, seguramente, en otro seleccionador. La decisión de la década Por primera vez desde que el 9 de octubre de 1996, con sólo 19 años, debutase en Praga con la selección que entonces dirigía Javier Clemente, Raúl tendrá que ver por televisión un partido de España sin estar lesionado. A lo largo de esta década, fue indiscutible en las convocatorias del técnico vasco, de Camacho, de Iñaki Sáez y hasta este viernes de Luis Aragonés. Pase o lo que pase en el futuro, habrá un antes y un después del choque de Suecia en la carrera de Raúl, capitán y buque insignia de la «roja» desde la marcha de su amigo Fernando Hierro, quien le definió como «un Ferrari que llegaba a toda velocidad para batir récords». Con 102 partidos internacionales y 44 goles, Raúl es el segundo futbolista con más partidos a sus espaldas en la selección, sólo superado por los 126 del ex portero Zubizarreta- y el máximo artillero de la historia. Aragonés asume que, salvo que el presidente Ángel Villar se enroque, su cargo de seleccionador tiene fecha de caducidad si la selección no reacciona de inmediato. Si España cae en Solna, el 7 de octubre, todo apunta a que ante Argentina, el día 11 del mismo mes, Lotina o Del Bosque ya ocuparían su puesto. A día de hoy, por su cabeza no pasa la posibilidad de volver a plantear la dimisión. «No me he planteado nada pero sé que me juego bastante en Suecia», aseguró ayer el de Hortaleza. Luis, sin embargo, lanzó un mensaje a los internacionales y a la opinión pública al matizar que quienes más se juegan en esa cita son los futbolistas y la selección, ya que el segundo varapalo consecutivo les complicaría la clasificación para la Eurocopa. «El seleccionador es lo de menos. Luis no es mediático y por el banquillo del equipo nacional ya han pasado muchos», enfatizó. Busca la respuesta del grupo en un punto sin retorno y prescinde de Raúl desde el convencimiento de que «hay veces en el fútbol en que hay que hacer algo para cambiar». Raúl González, capitán del Real Madrid que ayer quedó fuera de la convocatoria de Aragonés para los partidos contra Suecia y Argentina, dijo que siempre será «el hincha número uno de la selección española» y expresó su «respeto» por la decisión del seleccionador. «Lo importante es la selección. Hay que estar unidos y apoyaré con toda mi alma desde mi casa. Veré el partido por televisión y siempre seré el hincha número uno del equipo nacional», indicó el hasta ahora capitán de la selección española. El madridista, que debutó con 19 años con la selección absoluta, recordó que «desde chaval» siempre acudió «a todas las citas de las diferentes selecciones nacionales». «Tengo un profundo respeto por toda la gente que trabaja en el equipo nacional. Es la decisión del entrenador y hay que seguir trabajando. No quiero ninguna polémica y respeto su decisión. El fútbol español y la selección están por encima de los intereses particulares», concluyó