Un baño para cada jugador, pero sometidos a revisión

La FIDE consiguió en la noche del pasado domingo un acuerdo por el que ambos ajedrecistas dispondrán de un baño personal, a cambio de que cada equipo pueda inspeccionar previamente de su rival. De esta forma, la Federación Internacional de Ajedrez confía en desactivar la polémica desatada días atrás por las visitas al baño del maestro ruso. Curiosamente, este campeonato unificado parecía destinado a superar, de una vez por todas, el cisma protagonizado en 1993 por Gari Kaspárov, gran dominador del ajedrez entre 1985 y 2000. El torneo se disputa al mejor de doce partidas, con dos horas para los primeros 40 movimientos, una hora para los 20 siguientes y, en caso de ser necesario, una «prórroga» de quince minutos con 30 segundos para cada jugada. A primera hora de la mañana de ayer, el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsán Ilyumzhínov, anunció la reanudación del campeonato mundial absoluto de ajedrez tras cuatro días de agria discordia por las frecuentes visitas al baño del ruso Vladímir Krámnik. La Fide considera que el maestro ruso no llegó a presentar una protesta por escrito, por lo que refrendó la decisión de los jueces del torneo, que dictaminaron su derrota técnica y concedieron la victoria por incomparecencia al maestro búlgaro. Krámnik había pedido la reanudación del torneo con un resultado de 3-1 a su favor, pero Tópalov advirtió el domingo que se retiraría del torneo si la Fide anula el resultado de la quinta partida, abandonaremos el torneo.