Miraflores trae mal de ojo

Con 25 años de historia las espaldas de Baloncesto León están llenas de historias y de anécdotas de todo tipo y cuando en el seno del club se habla de un pabellón siempre las sensaciones son buenas o son malas. Y en el caso del pabellón Miraflores de Santa Cruz de La Palma no pueden ser menos positivas, aunque los resultados en general han acompañado. Allá por noviembre de 2003 la expedición del León estaba un viernes tranquilamente preparando el partido de esa noche cuando saltaron todas las alarmas al empezar a sonar los móviles y llegar la noticia de que el equipo «desaparecía». Es la palabra más temida en cualquier tipo de asociación o de entidad. Y desde León llegó esa tarde que había surgido un embargo de Hacienda y de la Seguridad Social por unos 600.000 euros que dejaban al club al borde de la quiebra. En La Palma la plantilla, el cuerpo técnico y los máximos responsables del equipo acudieron a jugar el partido esa noche con todo eso como preparación y curiosamente los jugadores -con una gran actuación del nigeriano Onyekwe- sacaron adelante el encuentro (76-83). Y también lesión grave En lo deportivo también hubo mala noticia, en forma de lesión del alero madrileño Carlos Martínez «Charlie» que regresó con un fuerte esguince que le apartó de las canchas casi tres meses. Esa fue la primera visita a Miraflores, tras lograr el equipo insular el ascenso a la LEB el verano anterior a través de la compra de la plaza de la Complutense, el equipo en el que entonces había militado el pívot dominicano Jaime Peterson, actualmente en Baloncesto León. La temporada siguiente la crisis se había anunciado esa misma semana. A mediados de enero, al equipo leonés le tocó una vez más convertirse en moneda de cambio de una guerra política, entonces protagonizada desde el Ayuntamiento -gobernado por PSOE y UPL- que sacó a la luz la deuda que tenía el gobierno del PP en la Diputación con el club, lo que habría otra polémica importante sobre la situación del equipo. Y de nuevo hubo victoria, en este caso con mayor rotundidad por 59-70. La tercera visita de Baloncesto León a La Palma, el año pasado, estuvo marcada sólo por lo deportivo. Como fue un año sin mayores problemas en los despachos -al menos hasta la salida de Marcial Manzano coincidiendo con el final de la temporada- sí llegó el mal recuerdo del pabellón de Miraflores en lo deportivo. Y es que el equipo dirigido por Gustavo Aranzana, entonces líder, se dejó la imbabilidad ante La Palma en la sexta jornada de la LEB, después de realizar un trabajo importante durante todo el partido por un despiste en la última jugada que otorgó un triple al equipo insular y también la victoria por 62 a 61.