Algunas coincidencias con el pasado

Lo de China recordó, y mucho, aquella carrera, que fue decisiva para adjudicarse el título Michael. Fueron quince vueltas con agua que valieron un título, ya que el alemán estaba hundido y salió victorioso del naufragio, igual que en Shanghai. Según coinciden los expertos, Schumacher con presión falla. En China no erró, pero quizá la tensión le venga ahora que es primero del Mundial, una posición que no ocupaba desde el GP de Brasil de 2004, es decir, 707 días sin saber lo que es liderar el campeonato. Todo un mundo para el alemán, que ha pasado un año, once meses y una semana en blanco después de liderar el Mundial tras el GP de Canadá 2003, hasta Brasil 2004. 497 días. La situación está muy igualada, no por el empate en puntos, que de momento favorece a Schumacher, sino por las prestaciones de los monoplazas en seco, donde los neumáticos compiten en parecidas condiciones. En mojado la superioridad de los Michelin es manifiesta y en intermedios también. En las dos carreras que quedan las probabilidades de lluvia son muchas, pero hace falta que caiga en el momento justo. En China llovió mucho pero a destiempo para los intereses de Alonso. Cuando hacía falta dejó de caer para beneficio de la parroquia ferrarista, que arrasaba en presencia en Shanghai e hizo ondear las banderas con orgullo.