Las españolas pelearán por las medallas en el mundial

TextoLa selección femenina de hockey hierba hizo historia ayer miércoles. Su empate con Inglaterra en un encuentro agónico permitió al combinado nacional lograr, por primera vez, el pase a las semifinales de un Mundial, que disputará el próximo viernes en las instalaciones del Cub de Campo Villa de Madrid. Hasta la fecha, el mayor éxito del equipo es el oro olímpico conseguido en Barcelona en 1992. España realizó un partido de más a menos. Las dos selecciones comenzaron el partido demasiado nerviosas. Las jugadoras eran conscientes de lo que estaba en juego y no querían dejar ningún hueco por el que las contrarias pudiera encontrar una posibilidad de anotar. Los dos entrenadores habían dispuesto las líneas muy juntas, con la consigna clara de hacer las faltas muy lejos del área. Sólo la calidad de las jugadoras podía romper la monotonía del encuentro, animado por la chiquillería que poblaba las gradas del Club de Campo madrileño. En ese toma y daca surgió la calidad del Montse Cruz. La delantera aprovechó a la perfección la primera bola que llegó al área británica. Con un gran reverso, se zafó de Storry y marcó. Doble celebración para la delantera, Era el mejor panorama para el combinado de Pablo Usoz, que necesitaba empatar o ganar para lograr el mayor hito de su historia. Las inglesas acusaron el golpe. No supieron reaccionar y dejaron a España el peso del juego. Las pupilas de Usoz buscaban a Cruz, que estaba en estado de gracia. Sus gambetas con el 'stick' y su juego ratonil volvía locas a las inglesas, que sólo eran capaces de pararla en falta. Provocó dos penalti-córner que la defensa británica sacó sin problemas. Fue su punto de inflexión. Inglaterra se dio cuenta de que podía ganar el partido. Adelantó sus líneas para atosigar a las cierres españolas y aumentó la dureza de su juego, sobre todo con Silvia Muñoz. La capitana se llevó primero un golpe en el cuello que le dejó sin respiración; luego, una 'caricia' inglesa en el brazo, y, para rematar, se dobló el tobillo izquierdo ella sola. El resto del duelo lo vio desde el banquillo. El once de Danny Carry se hizo con el encuentro. Con la defensa adelantadísima y dirigida por Cullen de forma magistral, Inglaterra puso coto a la portería de Chus Rosas, que se desgañitaba para pedir tranquilidad y presión a sus cansadas compañeras. España estaba contra las cuerdas pero las inglesas no consiguieron doblegarlas.