A un punto del Olimpo
La suerte ha devuelto a Fernando Alonso (Renault), en forma de avería en el motor de Michael Schumacher (Ferrari), lo que había quitado en los grandes premios de Hungría e Italia, y con su victoria en Japón acaricia su segundo título mundial de campeón del mundo. Si las posibilidades de que Schumacher se proclamara campeón del mundo en Japón eran mínimas, éstas se mantienen de igual manera para la última carrera de Brasil, en la que el alemán deberá lograr la victoria y que Alonso no logre terminar entre los ocho primeros, para poderse retirar con su octavo título mundial. El desarrollo de la carrera ya era sorprendente, porque después de la exhibición en los entrenamientos de los Ferrari, que ocupaban la primera fila de la formación de salida, con un segundo y medio de ventaja sobre Alonso, éste podía seguir sin dificultad a los primeros. Felipe Massa, que partía desde el primer puesto de la formación, como un escudero fiel, cedía el primer puesto de la carrera a su líder mientras por detrás Alonso se la había jugado en la salida para adelantar al Toyota de Jarno Trulli y marchaba en cuarta posición tras Ralf Schumacher. Alonso peleó de forma implacable y el momento clave de la carrera llegaría en la vuelta 37, justo después de que Alonso y Schumacher hubieran realizado su segunda y última parada para repostar. La diferencia se mantenía en cinco segundos, pero antes de entrar en la curva Denger, para pasar bajo de la pista, comenzó a salir una estela de humo del Ferrari. | 24 a 26