León sufre y trabaja en la pista para encadenar el tercer triunfo

Si Gustavo Aranzana había planteado abiertamente que eran tres los aspectos claves de este partido el tiempo le dio la razón. Rebote, banquillo y defensa. Eran las tres premisas y su equipo cumplió anoche el guión. Trabajó mucho atrás, consiguió más capturas (34 por 28, con quince rebotes ofensivos) y si el Huelva tiene un banquillo amplio que ofrece rotaciones de calidad, el de León estuvo ayer al nivel y las sucesivas salidas a la pista de hombres como Otegui, Lucho Fernández, Dani García o Dumas no sólo no debilitaron al equipo de Aranzana sino que aportaron elementos claves en los que cimentar un triunfo, que como era de esperar fue muy sufrido. A León le tocó hacer ayer un ejercicio de fe ante un rival sólido, con muchos recursos y que salvo contratiempo tendrá opciones de colarse en los play off. Ayer tuvo a los de Aranzana contra las cuerdas en el tercer cuarto, pero en el equipo leonés salió como salvador Urko Otegui para ofrecer sus mejores minutos. De entrada fue Panadero, en su retorno a León, el que abrió el marcador con un tiro libre en unos minutos en los que los de Aranzana tenían serios problemas ya que no lograban ni siquiera mirar al aro ante la pegajosa defensa del Huelva. Un triple de Quinteros dio paso a un parcial de 9-0 que sumó León al empezar a correr y por el dominio de Peterson por aquel entonces bajo los tableros. Pero el Huelva reaccionó rápido y Stephens, con doce puntos en este periodo, se encargó de igualar las cosas para que el equipo onubense cerrase los primeros diez minutos con ventaja (21-23), en la que sería la primera exhibición desde la línea de 6,25 de un equipo que sumó diez triples de 18 intentos a lo largo del partido. El segundo cuarto fue un quiero y no puedo para los de Aranzana, con un Huelva empeñado en no tolerar ventajas importantes, aprovechando su acierto desde la línea de tres para anular cualquier diferencias local. Y es que el León tampoco tuvo fortuna y dejó escapar ocasiones como la técnica señalada al entrenador visitante para abrir brecha. En el rival ya estaba sobre la pista Robert Jackson, que sería una auténtica pesadilla bajo los aros durante muchos minutos, para desesperación de Aranzana, que vio como los problemas de falta de peso en la pintura de su equipo salían con total claridad al parqué del Palacio de Deportes. Y es que Jackson se encargó de llevar el partido al descanso con la máxima ventaja para el Huelva (39-44) y se incluso incrementarla en la primera jugada (39-47). En plena sangría en la pintura leonesa, Aranzana buscó la fuerza y la raza de Otegui y la encontró, en forma de una sucesión de jugadas en las que fue el protagonista y que sirvió al equipo leonés para dar la vuelta a las cosas y situarse arriba después de muchos minutos (59-58). El Huelva había optado por llevar al equipo leonés a la línea de tiros libres y si en la primera parte el acierto fue desigual (5/10) en esta fase decisiva el nivel fue muy óptimo. Eran minutos sin estadounidenses en la cancha por parte de ambos equipos y en el último cuarto Aranzana optó por mantenerse sentados a Leather y Peterson para consolidar la remontada. Y de nuevo acertó porque tras un triple inicial de Dani García y otro de Lucho el equipo local empezó a controlar el luminoso y los tiempos. Quinteros -muy bien hasta el descanso- retornó a la pista y perdió un par de balones pero un último esfuerzo en defensa anularon las opciones de un rival que vio como Salva Camps las desperdiciaba, en forma de tiros libres errados, falta en ataque y balón enviado directamente a la grada, lo que le valió una cariñosa ovación de los aficionados de tribuna, que no han olvidado sus excelentes cualidades como jugador, pero también sus feas acciones en la pista. León escala de este modo en la clasificación y el domingo tiene una visita complicada a la cancha del Aguas de Valencia-Gandía.